AFF 2013: "Los Increíbles" superhéroes de la vida real

Publicado el 04 abril 2013 por Fimin

04 de Abril del 2013 | etiquetas: Atlántida Film Fest, Festivales 2013, Crítica

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¿Qué se necesita para salir adelante? ¿Qué nos hace levantarnos ante la adversidad, no rendirnos, intentar luchar contra lo imposible? ¿Es la sonrisa de nuestros hijos? ¿Una tarta improvisada? ¿Quizá la mirada enternecedora de nuestro perro? ¿O una fe que mueve montañas? Los protagonistas de Los Increíbles son tres supervivientes natos de la escuela de la vida, aquella que les ha arrojado los mayores desafíos a los que un ser humano se puede enfrentar. Un reto ante el que lejos de rendirse, le plantan cara con los particulares superpoderes de los que disponen. Y precisamente en este emocionante punto de inflexión, es donde nace el germen de “Los Increíbles”. A volar.

¿De qué va?

¿Te imaginas a una película de superhéroes cuya vida realmente te importe? La historia de tres personas que sufren las adversidades de la vida luchando contra los más terribles villanos: la muerte, el desamor y la soledad. Y estos nos llegan a todos, independientemente de quienes seamos o como salgamos.

¿Quién está detrás?

David Valero es el héroe del audiovisual que ha gestado este documental, compilando más de dos años de material para su posterior edición. Una proeza que no está al alcance de cualquiera, y es que este autodidacta del cine nos demuestra un gran sentido de la narrativa a través de la composición de las tres historias, tan altamente paralelas y, a la vez, tan entrañablemente similares.

¿Quién sale?

Ellos son La mujer radioactiva, Ala Rota y la Dama de hierro, tres superhéroes de la vida cotidiana. No necesitan capas ni antifaces, pues los villanos a los que se enfrentan atienden a secretas identidades. Tres grandiosas personas interpretándose a si mismas, desnudándose ante cámara para mostrar sus temores más humanos, y ante todo, reales.

¿Qué es?

Superhéroes de la vida real.

¿Qué ofrece?

Una bofetada de realidad pura y dura, de las que golpean sin previo aviso, de esas que duelen por lo secas y abruptas que son, pero que también se recuerdan por el sincero y visceral amor que atesoran. “Los Increíbles” no necesita de artificios innecesarios, tampoco de música para impostar sentimentalismo, se basta de los silencios y el particular carisma de sus protagonistas. Imágenes grabadas a fuego en la retina que nos reflejan nuestras propias experiencias, o aquellas que aún están por venir. Es así como este voraz documental te atrapa y no te suelta hasta su último aliento, por lo real de su tratamiento y la honestidad e intensidad emocional que caracteriza sus tres diferentes historias.

El mensaje es claro: debemos aguantar, como hacen ellos, y plantarle cara a cualquier adversidad, pero sin dejar de mirar a nuestro alrededor, allá donde encontramos a nuestros seres queridos, aquellos que nos dan calor y nos cogen de la mano durante el perecedero recorrido que puede suponer la propia vida. Es por ellos por los que los héroes deben luchar, por los que no pueden perder la sonrisa, o la esperanza, por mucho que duela, por mucho que cueste, porque al final, todo es por ellos. Héroes de la vida cotidiana convertidos en superhéroes por un documental increíble, cuyo atronador epílogo animado encumbra como lo que verdaderamente son a su entrañable trío protagonista: Superhéroes de la vida real. Pura emoción, como la vida misma.