A mediados del siglo XX, desgarrada por conflictos internos y por ataques realizados desde fuera, Afganistán inició unos tímidos pasos hacia su modernización. El mayor progreso en esta dirección se realizó durante los años 1950 y 1960. Durante la Guerra Fría Afganistán asumió oficialmente una posición neutral, pero estuvo influenciada tanto por la URSS como por EE.UU.. La Unión Soviética suministró al país armas y vehículos, y los Estados Unidos proporcionaron ayuda financiera.
En este corto y relativamente pacífico período de tiempo, Afganistán fue gradualmente inclinándose hacia una forma de vida pro-occidental liberal. En Kabul, junto a las casas de barro tradicionales se levantaron modernos edificios y el uso del velo durante algún tiempo llegó a ser opcional. El progreso se detuvo en 1970, cuando Afganistán se vio envuelto en sangrientos golpes de Estado y guerras civiles, que continúan hasta nuestros días.
La esperanza media de vida de los afganos que nacieron en el año 1960 era de 31 años, por lo que la gran mayoría de la personas que vemos en estas fotografías ya no están vivas.