Ha perdido su voz.
Son muchos los motivos por los que un bebé puede perder la voz. Aunque hablando del bebé, no es lo mismo que un adulto. El bebé, aun no es capaz de hablar, con lo que el síntoma más claro que nos demuestra su afonía, es cuando el niño llora. Ya que el llanto, dejará de sonar como antes para perder una gran fuerza. Al niño le costará mucho más llamar nuestra atención a través del lloro. Aunque también cuando el bebé, ya ha comenzado a balbucear, o a decir sus primeras “palabras” tales como “pa”, “ma”…
La afonía en los bebés surge por los mismos motivos por los que pueden aparecer en
En otro post anterior hablábamos de los diferentes tratamientos y que debemos hacer para tratar la afonía.
¿Qué ha pasado?
La gran pregunta suele ser, que ha pasado para que el bebé haya perdido su voz. Seguro que estás más que acostumbrada a escuchar a tu bebé llorar. Y dependiendo de como sea, conocerás que en un gran número de bebés, los llantos pueden ser de mucha intensidad, y sobre todo durante mucho tiempo.
De hecho, curiosamente, el llanto, es una de las causas menos comunes por las que el bebé se pone afónico.
Otro dato curioso en los bebés. Es que su capacidad de recuperación, ante esta situación, es mucho mayor que en los adultos. Siendo la primera causa de ésto los resfriados comunes. Una ligera inflamación en la laringe del niño, es causa suficiente para que el niño comience a sufrir de afonía. Por eso, es importante, que el niño tenga tapada la zona de la garganta en épocas de frío. No deberá salir de casa sin una bufanda. Y desde luego no le daremos bebidas frías que puedan provocar una bajada de la temperatura en la garganta. No es que las temperaturas bajas sean lo peor, sino, los cambios de temperatura bruscos son los mayores culpables de que esto ocurra.
Cuando el bebés la sufre. Lo mejor, es intentar evitar que fuerce la voz. Sabemos que es difícil. Pero, durante este tiempo, debemos mimarle e intentar que no llore. Y lo que es más difícil, que no se emocione y de gritos de alegría. Además de darle bebidas calientes. No nos olvidemos que el salir a la calle, no es malo, siempre y cuando tomemos las precauciones necesarias. Tales como que el niño esté bien abrigado.