El pasado lunes 2 de mayo, en la contraportada de EL PAÍS, la chileno-española Isabel Mellado, 43 años, violinista de profesión, hacía una interesante declaración:
Escribir es una forma digna de no tocar el violín.
Recientemente ha publicado con éxito un libro de cuentos y aforismos, El perro que comía silencio (Editorial Páginas de Espuma, 2011). Al igual que hemos hecho nosotros en este blog para hablar de arquitectura, a Isabel le gusta recurrir a metáforas para hablar de sus pasiones.
Una sopa es un adagio comestible.
El último párrafo de la crónica de Laura Lucchini reproduce el pensamiento con el que Isabel se levantó aquel día:
Dios está en el postre
Ojalá exista, aunque sea en el postre. En cualquier caso, escribir también es una forma digna de no hacer (quizá algún día podamos volver a intentarlo) arquitectura.
Mañana mismo, quizá.
Luis Cercós (LC-Architects)
http://www.lc-architects.com