África. Resumen del año 2010

Por En Clave De África

(JCR)
Durante estos días los medios de comunicación españoles presentan resúmenes de los acontecimientos más destacados del año que termina. Es curioso constatar cómo cuando se mira al panorama internacional es muy raro que se mencione a algún país africano. A los medios españoles sólo parecen interesarles dos cosas: el terrorismo de Al Qaeda en el Magreb , con sus secuestros de occidentales, y los piratas somalíes que atacan a barcos en aguas del Índico. Es decir, sólo nos llama la atención África cuando ocurren allí cosas que afectan a nuestros intereses. Pero África está formada por 54 países y durante este año 2010 han ocurrido muchas otras cosas que deberían despertar nuestro interés.

Si hablamos de lo más importante que ha ocurrido en África este año que termina, tendríamos que empezar hablando de fútbol. Los mundiales que se celebraron en Sudáfrica del 11 de junio al 11 de julio, ganados por la selección española, fueron los primeros que se celebraron en este continente. Unos meses antes, a finales de enero, se celebró en Angola el torneo de la Copa África, que no empezó con buen pie. Tres integrantes de la delegación de Togo murieron ametrallados en una emboscada en el enclave de Cabinda. En Sudáfrica todo salió bien y todos salieron ganando, sobre todo la FIFA, que obtuvo enormes beneficios. Está todavía por ver si Sudáfrica los obtendrá en el futuro. De momento, los mundiales de fútbol han dejado un gran prestigio al país, y también enormes deudas.

Si miramos a los vecinos de Sudáfrica, en Mozambique hubo una huelga general durante la que murieron al menos diez personas que protestaban por la subida de precios de artículos de primera necesidad. Al final, el gobierno tuvo que dar marcha atrás. Y en Zimbabwe, el matrimonio político de conveniencia entre el presidente Mugabe y el primer ministro Morgan Tsvangirai siguió un año más sin funcionar, con el país aún sumido en la ruina y sin signos de que vaya a levantar cabeza.

En África del Este, hubo elecciones en Tanzania a finales de octubre. Como era de esperar, ganó el presidente Jakaya Kikwete, quien comenzó con buen pie su segundo y último mandato. Muy distinto es el panorama en la vecina Kenia, donde sigue habiendo fuertes tensiones políticas entre el presidente Mwai Kibaki y su primer ministro Raila Odinga. Kenia sufre aún la resaca de la violencia que se desató tras las elecciones de finales de 2007, en la que murieron al menos 1.500 personas. Hace pocos días el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional, Luis Moreno Ocampo, publicó finalmente la lista de sospechosos que tendrían que responder de acusaciones de haber organizado esa violencia. Entre ellos había varios ministros y altos cargos del gobierno, como Uhuru Keniatta, hijo del primer presidente de Kenia. El parlamento de Kenia reaccionó votando una moción por la que instan al gobierno a retirarse del acuerdo de este organismo internacional. Y en Uganda el país se prepara para las próximas elecciones del 19 de febrero, en la que su presidente Museveni se presenta de nuevo tras 24 años en el poder. Uganda es el país que mantiene más tropas en la misión de la Unión Africana de Somalia, y por eso se ha convertido este año en objetivo de ataques de los islamistas somalíes.

Hubo también elecciones en dos países de África Central. En Burundi el presidente Nkurunziza revalidó otro mandato tras vencer sin oposición, ya que el resto de los partidos se retiraron de los comicios por no considerarlos justos. Y en Ruanda Paul Kagame volvió a obtener en agosto más del 95% de los votos, algo que no es de extrañar ya que durante los meses precedentes varios políticos de la oposición y periodistas independientes aparecieron muertos y la líder del principal partido opositor, Victoire Ingabire, fue detenida y llevada a la cárcel, donde todavía sigue.

Habrá que ver cómo se desarrollan las elecciones el año que empieza en la República Democrática del Congo, un país que no termina de encontrar estabilidad. El Este del país siguió sufriendo las consecuencias de una violencia intermitente en la que ha habido episodios particularmente repugnantes, como la violación masiva de varios cientos de mujeres en localidades de la provincia del Kivu Norte por parte de tropas rebeldes. La historia de estos abusos contra la población tiene ya 15 años de existencia, como nos ha recordado un demoledor informe publicado por la oficina de derechos humanos de Naciones Unidas que acusa a países como Ruanda y Uganda de haber cometido matanzas contra la población civil durante los años 90.

Todo parece indicar que el Sur de Sudán se convertirá en un país independiente después del referéndum que está previsto para el 9 de enero, aunque no ha desaparecido del todo el temor a un estallido de violencia entre el sur y el norte, ya que Jartum no parece muy entusiasmada ante la perspectiva de que se independice el sur del país, que tiene la mayor parte de los pozos de petróleo en su territorio.
También Nigeria se prepara para elecciones presidenciales el año próximo. Aunque la región del delta del Níger sigue siendo un foco de conflicto por la presencia de grupos rebeldes, lo más preocupante durante las últimas semanas han sido los ataques contra comunidades cristianas en el norte del país, que han dejado cerca de cien muertos.

Y en África del Oeste tenemos que destacar otras dos elecciones que han tenido resultados muy distintos. En Guinea Conakry se celebraron en septiembre los primeros comicios democráticos desde su independencia, que fueron ganados por Alpha Condé, un hombre que ha sido el eterno opositor a todas las dictaduras que han asolado el país durante más de 50 años. Muy distinto fue el panorama en Costa de Marfil, donde después de años de incertidumbre se celebraron elecciones. Fueron ganadas por el candidato opositor Alassane Ouattara, pero el hasta ahora presidente Laurent Gbagbo se ha negado a dejar el poder. Más de 170 personas han muerto en enfrentamientos y algunos temen incluso una vuelta a la guerra civil. Los países vecinos y Naciones Unidas intentan llegar a una solución pacífica, que pasaría por el abandono voluntario del poder por parte de Gbagbo.

A pesar de estos y otros numerosos vaivenes políticos y sociales, sorprende que las economías de buena parte de los países africanos continúen creciendo a buen ritmo. En bastantes casos se trata de países, como Ghana, que acaban de entrar en el club de los países exportadores de petróleo, algo que sin embargo no es garantía para que el pueblo viva mejor, como sucede en otros lugares –Guinea Ecuatorial y Chad- donde los beneficios del petróleo sólo sirven para mantener a una élite en el poder. Termina 2010 y estemos atentos a lo que suceda en África el año entrante, que sin duda nos puede deparar más de una sorpresa.