En “After Earth”, lo último de M. Night Shyamalan, la acción transcurre en un futuro lejano. Hace ya 1.000 años que la raza humana tuvo que abandonar la Tierra, sacudida por una serie de catastróficos cataclismos, y trasladarse a vivir al planeta Nova Prima, situado a muchos años luz de distancia. El general Cypher Raige (Will Smith) y su hijo Kitai (Jaden Smith) viajan a bordo de un crucero espacial, muy cerca de la Tierra. La nave sufre un aparatoso accidente y se estrella en nuestro antiguo mundo. Padre e hijo sobreviven, pero Cypherresulta gravemente herido y es secuestrado. A partir de ese momento, el joven Kitai deberá valerse por sí mismo para intentar rescatar a su padre y sobrevivir en una Tierra salvaje y hostil, llena de feroces animales, y esquivando además a las peligrosas criaturas alienígenas que también viajaban en las bodegas de carga del crucero y que ahora, hambrientas, campan a sus anchas por la selva.
Producida por Sony Pictures y distribuida por Columbia, con un presupuesto de 130 millones de dólares y fecha de estreno simultáneo en Estados Unidos, España y medio mundo para el próximo 7 de junio, “After Earth” supone, por una parte, la primera película del realizador M. Night Shyamalan que no surge de su propia iniciativa ni parte de un guión propio y, por otra, la segunda vez que Will Smith trabaja codo con codo con su hijo Jade (“The Karate Kid”) tras haberlo hecho en “En busca de la felicidad”, donde, como aquí, ya encarnaban a padre e hijo. También es la primera experiencia de su realizador con el cine digital, además de ser la primera película de la historia del cine filmada con cámaras digitales CineAlta F65 de Sony. A Willy Jade Smith se le unen en el reparto Isabelle Fuhrman, como Kayna, Zoey Kravitz y Sophie Okonedo como Faia Raige.
La idea del film surgió de la mente del propio Will Smith que interesado por trabajar con Shyamalan, había escrito un esbozo para un film que además pensaba producir: la historia de un padre y un hijo que se van juntos de excursión al bosque y se pierden en él tras sufrir un accidente de coche, viéndose obligados a sobrevivir en condiciones extremas. Para ello Smith habló con Gary Whitta, responsable del guión de “El libro de Eli” y ambos decidieron que esa premisa era perfectamente adaptable a un relato inscrito en el género de la ciencia ficción, mucho más llamativo y comercial.
Una vez terminada la primera versión del guión, escrita por Whitta en solitario, Smithconsiguió captar la atención de Shyamalan, quien confió a finales de 2011 una tercera versión del guión al reputado Stephen Gagan, guionista de “Traffic” y guionista y director de “Syriana”. El rodaje tuvo lugar, a partir de febrero del año pasado, en Costa Rica, el condado de Humboldt (California) y Aston (Pennsylvania).