Agatha Christie o cómo buscar la libertad

Por Siempreenmedio @Siempreblog

(Referentes femeninas X)

La causalidad ha querido que el décimo artículo de "referentes femeninas" corresponda a la escritora Agatha Christie, cuando el libro preferido de esta quien les escribe es Diez Negritos. Suele definirse a esta mujer, que vivió las dos guerras mundiales del siglo pasado, como la reina del misterio o de la intriga, pero yo diré más bien que fue maestra en buscar la libertad que deseaba. Su inclusión en esta sección viene por un cómic, titulado Agatha: la Vida de Agatha Christie, firmado por Anne Martinetti, Guillaume Lebeau y Alexandre Franc. No es nuevo (los que me conocen saben que no soy de reseñas de última hora), sino de 2015, y, aunque no profundiza demasiado en la importancia de esta escritora inglesa sí que es excelente para dar pistas de su vida personal y profesional y así poder lanzarnos luego a investigar por nuestra cuenta. Bien es verdad que, si los autores llegan a querer profundizar más en la psicología y el buen hacer literario de Agatha, tendrían que haber firmado una colección entera de cómics.

Además del cada vez más conocido, por el morbo que provoca, episodio de la desaparición de Christie, que nunca se aclaró demasiado, y que llevó al interrogatorio del primer marido adúltero, se abordan en este cómic, ya les digo que a modo de esbozo, la vida de esta longeva mujer y prolífica escritora, que desafió a quienes le decían que leer antes de los ocho años dañaba el cerebro, que una mujer no debía viajar tanto y tan lejos si tenía una niña pequeña, que no se podía casar con un hombre quince años menor, o que no estaba autorizada a matar a cuantos personajes le diera la gana, por mucho que hubieran conquistado el corazón de sus lectores. Entre los aciertos de este cómic está permitir a Agatha que hable y vea, en carne y hueso, a sus célebres Poirot o Miss Marple.

Decía Agatha Christie que su mala suerte en amores se debía a que ninguno de sus dos maridos había querido conocerla de verdad. Quizás los únicos que entendían a esa mujer que adoraba viajar y buscaba, en las letras y en la vida, ser libre, fueron, precisamente, los personajes de sus libros. Tal vez, como insinúa el libro, fuese el detective Poirot quien ideara la célebre desaparición de Christie, en uno de los momentos más terribles, desde el punto de vista emocional, de su vida. 85 años vivió esta escritora, que disfrutó del éxito de sus obras y su adaptación al cine. Espero que sintiera, al final de su existencia, que sí, que había conseguido ser libre, porque la inmortalidad ya la había logrado con sus novelas.