Agencia Tributaria y Servicio Público, ¿conceptos contradictorios?

Publicado el 01 febrero 2014 por Elblogderamon @ramoncerda

¿Debe ser un Servicio Público?

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Esa es la teoría, que la Agencia Tributaria sea un servicio público, pero en la práctica cada vez resulta todo más dudoso. Como ejemplo pondré, antes de ir al grano, que hablar en según qué departamentos de la Agencia Tributaria por teléfono es tarea prácticamente imposible. A menudo hemos estado en el despacho una semana completa sin poder contactar y haberse tenido que desplazar para solucionar las cuestiones in situ.

Pero no es del lamentable servicio telefónico de la Agencia Tributaria de lo que quería hablar, sino del recorte de servicio que ha supuesto la nueva obligación de presentar las declaraciones de manera telemática dejando fuera de juego a un importante número de ciudadanos. Personalmente me ha sorprendido que no se haya ocasionado un mayor revuelo a nivel nacional; nos tienen aletargados. Como protesta mayoritaria, pero sin demasiado ruido, destacaría la que ha protagonizado la Confederación Intersindical Gallega —CIG— que se ha encargado de presentar numerosas quejas en nombre de pequeños contribuyentes, especialmente los de edad avanzada.

“La Agencia Tributaria debe prestar un servicio público a los ciudadanos y no es de recibo que imponga obligaciones que compliquen la vida de los contribuyentes”, expuso don Antón Lestón, responsable de CIG quien denunció que la medida obliga incluso a pequeños arrendatarios o propietarios de un pequeño negocio a contratar los servicios de una gestoría, cuando hasta ahora habían podido presentar un sencillo impreso personalmente.

Estas nuevas medidas contrastan con la posibilidad de que nos hagan la renta gratuitamente y de manera presencial en las oficinas de la Agencia Tributaria —cosa que por cierto nunca he recomendado—. ¿Por qué en el caso de las declaraciones de renta ofrecen un servicio de ese tipo y en las otras cuestiones, no solo no lo ofrecen, sino que ponen cada vez más trabas y problemas a los contribuyentes?

Creo que falta planificación y sentido común en la aplicación de muchas de las nuevas normativas que parecen hechas sin pensar demasiado las consecuencias.

Ramón Cerdá