Agencias editoriales: una alternativa para publicar

Por Julio Alejandre @JAC_alejandre

La agencia editorial representa una alternativa dentro del complejísimo mundo de la publicación. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y hay agencias y agencias. Este post pretende ser el primero de una serie de ellos dirigidos a profundizar sobre las dificultades y alternativas, a veces engañosas, con las que se encuentra el autor novel. En él analizaremos brevemente el mundo de las agencias y daremos algunas pistas que podrán ser útiles a todos aquellos escritores que estén pensando en publicar.

Una agencia editorial o literaria es un intermediario entre el autor y la editorial. Su trabajo es semejante al que realizan los representantes de los deportistas... pero con escritores: se dedican a recomendar obras literarias a editoriales que consideran adecuadas y también a asesorar al autor o autora en aspectos como consejos literarios, tendencias del mercado editorial, venta de los derechos y propiedad intelectual o seguimiento de la obra con la editorial.

Hay muchas agencias editoriales, y muchas páginas web (como por ejemplo escritores.org) que dan información sobre ellas; pero el mundo de las agencias editoriales es muy cambiante y la mayoría de los directorios suelen estar bastante desactualizados. Así que dejo AQUÍ un directorio de elaboración propia, con sus direcciones web, sus correos de recepción de manuscritos y también algunos comentarios que os podrían resultar útiles (aún así, algunas podrían estar ya desactualizadas).

En cuanto a las editoriales, hay muchas que, a través de sus webs, dicen aceptar el envío de obras o propuestas editoriales de cualquier autor, pero la realidad es que tienen un volumen muy elevado de propuestas y es probable que no se lean una buena parte de las que reciben. Y en el caso de que se las lean y la rechacen, no dan mayor información al autor de los motivos del rechazo.

Sin embargo, si una obra les llega a través de una agencia literaria, las posibilidades de ser aceptada o, al menos, tomada en consideración por una editorial son mayores porque ya existe una relación previa agencia-editorial: la editorial conoce a la agencia con la que está tratando (que además le hace una parte del trabajo, como la elaboración de un informe de lectura previo); y, por su parte, las agencias conocen bien a las distintas editoriales, sus líneas de trabajo, sus colecciones, sus necesidades, y pueden recomendarles aquellas obras que mejor se adapten a sus planes de edición.

Así pues, cuando tenemos una obra terminada podemos decidir enviarla a una agencia en lugar de contactar directamente con las editoriales. A una o a varias, que este es un aspecto que trataremos en otro artículo.

Pero ojo, con las agencias las cosas no son tan bonitas como parecen. El mundo editorial está tan saturado de manuscritos, son tantos los libros que se escriben al año y los escritores que van surgiendo, que dar con un agente que nos represente puede ser tan difícil como encontrar un editor que nos publique. De hecho, en las webs de bastantes agencias especifican que NO aceptan manuscritos no solicitados, o que no los aceptan... hasta nuevo aviso, porque están volcados con los autores que ya representan.

En próximos post hablaremos de otros aspectos relacionados con el mundo editorial y de la publicación.