Agost con niños: Ruta por la Vía Verde del Maigmó

Por Ninosenmochila @ninosenmochila
El pasado sábado retomamos el salir a hacer un poco de senderismo en familia. La verdad es que tenía muchísimas granas. Me sentía un poco entumecida, terriblemente agobiada, y andar siempre me ha ayudado a desfogarme, aunque solo fuese un poco. Así que el viernes por la tarde le dije a toda la tropa que se preparase, que el sábado nos iríamos de ruta por el campo y comeríamos allí.
Agost está muy cerca de casa por lo que no era necesario madrugar demasiado. Es más, tampoco me apetecía hacerlo, así que con salir sobre las 11:00 era más que suficiente. Hacía un día soleado, lástima del viento, que no acompañaba. La verdad es que si no hubiese hecho tanto aire probablemente nos habríamos quedado más tiempo disfrutando de la ruta y de jugar por el campo.
En Agost comienza una de las vías verdes más cercanas a Alicante (si no es la que más cerca está). Se trata de la Vía Verde del Maigmó que une Agost con Tibi. Lo bueno que tienen las vías verdes es que son caminos adaptados, de modo que pueden hacerse con un carro de bebé sin problemas. Nosotros nos llevamos el nuestro ya que sabíamos que César se dormiría en algún momento.

Aquí comienza la Vía Verde: el antiguo apeadero de Agost 


El comienzo de la Vía Verde del Maigmó está en la antigua estación del ferrocarril. Hoy en día esta estación está en desuso. De echo están tapiadas puertas y ventanas para que nadie se meta dentro. Pero junto a esta, pasa el actual trazado del AVE. Eso sí, unas vallas metálicas impiden el acceso a las vías por seguridad.
Nuestra intención era realizar nuestra caminata desde el inicio de la Vía Verde, pero como no habíamos estado nunca pues... me confundí. Total, que en Agost vimos un cartel de Vía Verde y para allá que nos fuimos. El cartel nos llevó al merendero que tienen en la localidad y como ya estábamos allí y se podía aparcar súper bien, pues bajamos.

Desde aquí comenzamos nosotros. Es el merendero de Agost.


En este merendero hay unas cuantas mesas de picnic y una zona de aparcamiento para los coches y para las bicicletas. Está muy bien cuidado. También hay un panel explicativo de la Vía Verde. 
Nos pusimos las chaquetas, las gorras, cogimos las mochilas con los bocatas y el agua, acostamos a César en el carro que ya se había dormido y nos dispusimos a comenzar la ruta. Empezamos a caminar por la Vía Verde y al poco tiempo nos encontramos un cartel que decía "4km." Ahí fue cuando supimos que no habíamos comenzado desde el inicio, ya que según mis indicaciones la antigua estación estaba a 4km. del pueblo.  Como ya estábamos andando decidimos seguir en esa dirección. Total, 4km de ida y 4 de vuelta, más el trozo que ya llevábamos... Unos 9km. en total. Más que suficiente para ese día.

El paisaje durante todo el trayecto es bastante árido. Hay que tener en cuenta que es una zona en la que llueve poco y cuya tierra contiene altas cantidades de sal (según pudimos leer en alguno de los paneles del camino) Lo que nos encontramos, principalmente, son zonas de cultivos y de matorral bajo. A las orillas del camino había plantados también árboles autóctonos: palmeras, oliveras, higueras... Pero, los árboles son bastante bajos aun por lo que no proporcionan mucha sombra. Así que os recomiendo que esta ruta la hagáis en otoño-invierno que las temperaturas serán más agradables.
Otra cosa que nos llamó mucho la atención, incluso a los peques, fueron los distintos colores de los estratos que podían ver en los cortados de las paredes de alguna zona por la que pasamos. Se veía la tierra dispuesta en arcillosas capas de colores rojos, amarillos, azules e incluso verdes. 

Al llegar a la antigua estación vimos que había también un par de mesas de picnic. Ya era hora de descansar un poco y tomarnos el bocata. Estuvimos un ratito por allí pero como hacía mucho aire retomamos pronto la marcha. César ya se había despertado, había comido y decidió que quería ir andando como nosotros. Y nada de darle la mano que él solo podía. ;) Al final se recorrió 2km. él solito.
La vuelta les costó un poquito más a los peques ya que era en pendiente y, aunque suave, ya estaban cansaditos. Como os he dicho, el trayecto es seguro pero no está de más tener mucho ojo con los más chiquitines. Pueden caer por el terraplén de los lados del camino y hay algún puente que nos puede dar un disgusto si nos confiamos demasiado.

Sobre las cuatro de la tarde llegábamos de nuevo al coche. Habíamos tardado unas cuatro horas entre los 9km. del trayecto y las parada que hicimos. Tened siempre en cuenta que los peques van a su ritmo y si queremos que les guste hay que ir motivándolos para que vayan caminando sin pararse demasiado. Carla, al empezar la ruta, se paraba cada vez que encontraba un caracol. 
En resumen: una ruta muy facilita y que da para explicarles muchas cosas con la que pasar un día de lo más divertido. Y recordad: Llevad mucha agua. No hay ningún lugar dónde beber durante el camino.
¿Qué? ¿Os animáis ha hacer un poco de senderismo en familia? ¿Me contáis alguna otra ruta para hacer con los peques?
Podéis ver más fotografías aquí
Localización exacta:
Como google ha cambiado la configuración de sus mapas ya no os lo puedo adjuntar con el zoom en la zona exacta. Está bien geolocalizado, pero tendréis que buscarlo en la lista desplegable. Es el icono de arriba a la izquierda.
web oficial de la vía verde del Maigmó: www.alicantenatura.es/via-verde-agost-maigmo