Hábitat y área de distribución
(De Wilipedia y otras fuentes)
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Vila Praia de Âncora es una freguesiaportuguesa
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Mientras apurábamos los días de estancia en la casa da Reina, nos percatamos de que todavía no habíamos visitado y visionado las zonas marítimas del norte de Portugal, y especialmente no recordábamos haber estado en Vila Praia de Áncora, freguesía que en verano podía albergar muchísimos turistas y veraneantes, además de tener, según se nos había dicho, una playa interesante.
De manera que tomamos la autovía de peaje electrónico
Cruzamos con dificultades la zona urbana, llegando hasta la plaza de la iglesia principal y descendimos hasta la zona de playa, sin hallar de ninguna manera un pequeño espacio para aparcar. Dimos la vuelta by tuvimos la fortuna de hallar un hueco en la zona poblada, donde dejamos nuestro automóvil, y caminando bajo un sol bastante "picante" y una temperatura caliente, bajamos hacia la zona marítima (atestada de coches y veraneantes), visionando el bonito
En nuestro paseo al sol junto a la playa, pudimos contemplar multitud de familias amparadas bajo las sombrillas, y especialmente protegidas del viento (en este día era flojo y agradable) en unos paravientos y casetas multicolores que resultan típicos en el norte de Portugal.
Estaba sobrepasándose la hora de comer, pero los restaurantes y bares que íbamos hallando --abundantes-- estaban a rebosar y sus precios no nos atraían en absoluto.
Ya nos habíamos resignado a tomar un aperitivo más tarde, cuando reparamos que nuestros amigos de Casa da Reina, Iván y Sara, nos habían comentado que al final de la playa había un montaje de la llamada "Feira do espadarte", en la
Reparamos que en la lejanía, en la arena, se vislumbraba un a modo de carpa, y que poco antes de ella se distinguía un reclamo en forma de pez espada o espadarte.
Y allí nos fuimos, comprobando al llegar que el horario era ininterrumpido hasta las 23 horas, aunque el espacio y las muchas mesas en él instaladas se hallaban vacías.
Con prontitud se nos sirvió lo pedido en una mesita al exterior, sobre la arena, y disfrutamos sobremanera con las delicias de ese pescado fresco y bien elaborado.
Después supimos y leímos que esa Feira se celebra todos loos años patrocinada por un tal Cunha, hijo de la localidad, que desde hace muchos años se dedica a la pesca de este especial pez, y que ya tiene una amplia flota, inclusive con barcos de matrícula española.
El paseo de retorno hasta el coche a lo largo de la orilla playera nos permitió disfrutar también de unos sabrosos helados, y, más que satisfechos, procedimos a volver hacia Viana do Castelo, aunque a la altura de Darque nos desviamos al supermercado Leclerc para comprar algo de dulce para la cena.
Llegados a la Casa da Reina, una ligera cena propició una nueva tertulia, pero más reducida, porque Sara e Iván nos habían dejado poor la mañana para retornar a España, tras los abrazos, saludos, cumplidos y promesas de contactos de rigor.
Bien recordados fueron en esa y tertulia nocturna junto con María Eugenia y Pedro, hasta que Morfeo comenzó a insinuarnos que nuestra habitación era el lugar más apropiado para el descanso, en nuestra penúltima noche.
A fe que lo aprovechamos bien.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA