La familia. Ese caldo de cultivo tan apetitoso para guionistas y escritores. Los protagonistas perfectos para una obra de ficción, con todos sus matices, conflictos y carencias. Los Rougon-Macquart, los Malavoglia, los Compson, los Buddenbrook, los Joad, los Trask, los Corleone, los Buendía... "Todos merecemos una obra sobre nuestra familia", dice Tracy Letts, autor de Agosto, una obra de teatro que gira, cómo no, en torno al encuentro de una familia en su casa en el condado de Osage. Esa obra que nos hace leer actos y apartes, que nos empuja al cine para admirar de nuevo a Meryl Streep. Continúa aquí