Ya hemos hablado aquí con anterioridad de la familia McManis y de su extenso portafolio de vinos. Vinos asequibles y accesibles, fáciles de conseguir, no difíciles de pagar y sencillos de beber.
En esta ocasión se vino a casa una botella de su McManis Zinfandel 2013 (Lodi, California; tinto con crianza 100% Zinfandel, McManis Family Vineyards). Fermentación de 7 a 9 días en acero inoxidable con los hollejos, posterior prensado y finalización de la fermentación sin estos para pasar luego a una crianza de 4 a 6 meses en una combinación de barricas de roble francés y americano nuevas y usadas. El resultado de estos procesos es un vino de color granatoso de capa media con ribete granate. Intensidad aromática media, con mucha fruta como moras, grosellas y frambuesas, y aparición de notas de pimienta y, con tiempo en copa, de café. En boca se mostró frutal, ligero, de buena acidez y con un tanino delicado. Me gustó este vino.
Creo que los vinos de los McManis son una forma de acercarse a los vinos californianos sin dejarse el bolsillo en el intento. Vinos, al menos los que he probado, que no creo que busquen más que ofrecer una agradable copa a quien la desee, y que cumplen muy bien ese objetivo.