Soy un tipo de esos perezosos, un malqueda en esto de cumplir con las obligaciones blogueras aunque eso es algo que ya sabían así que no me riñan en exceso. Mi madre dice que he sido siempre un encantador de serpientes, de esos que decían a todo que sí con una sonrisa y luego sólo cumplía con la mitad... y cuando venía a reñirme acababa sacando cualquier conejo de la chistera para salir del atolladero.
Una vez, cuando llevaba 9 años en este mundo y ante la pregunta de mi tía-abuela Maruja acerca de porqué no ayudaba más a mis padres, le respondí con franqueza: porque soy vago Maruja. Ya ven, sincero hasta la médula... la mujer no pudo sino reírse de aquel mico ingenuo y honesto que tenía ante sus ojos.
- ¿Qué es lo último que le has comprado a tu hija? Un bote de Nesquik que está apunto de acabarse... venga va, y un libro de buscar objetos del rollo Dónde está Wally.
- ¿Qué cosas no te gustan? La mala educación, las cosas difíciles, el tercer pie del gato, la lechuga, la desfachatez, la lluvia, la mala educación otra vez (sobre todo si viene disfrazada de valentía y personalidad)... y ya.- ¿Te gustan los coches especialmente? No. Pero... que no.- ¿Te gusta tu trabajo? El 85% de las veces me mola bastante, un 10% puede resultarme monótono y un 5% lo detesto.- Si tuvieras que elegir entre salud, dinero y amor, ¿qué elegirías? Amor, sin dudarlo.- Dime un grupo de música y una canción: te voy a decir un cantante, Adolfo Cabrales (de Platero hace unos años y perteneciente a Fito en la actualidad) y una canción: What a wonderful world (de Louis Armstrong).- ¿Te salen más autopreguntas? No...Pues déjalo...Sí, supongo.