Publicado en ValenciaOberta.es
Yo propongo, como todos los libertarios, bajar a todos, empresarios y trabajadores, al mínimo sus cotizaciones sociales, permitir que cada uno se gestione sus seguridades sociales y otras contingencias, permitir que el que no quiera calentarse la cabeza pueda seguir con un sistema como el actual y eliminar la cuota de autónomos. Me ahorro la comisión de expertos, los agravios comparativos y estoy seguro de que convenzo a Tesla para que se instalen en Valencia. Miren lo que pasó en Irlanda cuando bajaron drásticamente los impuestos. Google, Apple o HP se mudaron al país verde. Yo me los traigo aquí en un plis plas. Bueno, no me dejarán.
Ya sé que el carnicero de mi barrio o Pepe, el del bar de la esquina, tienen menos glamur que Tesla, pero sacan adelante sus negocios con mucho esfuerzo y no veo por qué no hay de beneficiarse de las ventajas fiscales que yo le pudiera ofrecer a cualquier gigante de cualquier sector. Lo mismo me pasa con sus trabajadores. Me cuenta Isaac que su pulsómetro, que mola bastante, le marca que hace más del doble de actividad física de la necesaria cuando trabaja. Y luego va a casa, hace la compra y juega con sus niñas. Yo quiero poder darle las mismas ventajas que a cualquier teslero.
El agravio comparativo nunca ha preocupado a nuestros políticos. No se trata de que un gigante asiático venga a construir un casino y le pongamos la alfombra roja, cambiemos las leyes a su gusto y poco menos que lo invitemos a lugares de dudosa reputación, con neones y nombres sugerentes. El proceso es al revés. Se trata de que nuestras leyes sean atractivas a gigantes de cualquier lado, y no sea necesaria ninguna alfombra para que vengan a invertir en nuestros polígonos o ciudades. Y si es atractivo para el gigante, debe serlo para el enano. O para el cabezudo.
El salario medio de Irlanda no ha dejado de crecer desde que aplicaron la reducción de impuestos, entre otras medidas anti crisis. En España a duras penas se mantiene. Ustedes verán.
La cosa es que esto que propongo es probable que redujera el tamaño del pesebre del que se nutren las élites extractivas y expoliadoras de este país. El BOE regaría menos y algunos con carné y mando en plaza se enfurruñarían bastante. Por eso nadie lo pone sobre la mesa. Los cuatro jinetes del apocalipsis electoral van por otros derroteros. Si Tesla tragara con un agravio comparativo, – a saber lo que puede salir de una comisión de expertos – como las energéticas, las telecos o alguna otra, estaría convirtiéndose en parte del problema, como lo son las energéticas, las telecos y alguna otra. La cosa va por otro lado. Lo del segundo párrafo, vaya.
Ya estamos en campaña. A algunos nos toca rascarnos el bolsillo y perder tiempo y mucho dinero para poder acceder a tener simplemente nuestra papeleta electoral en las mesas. Otros seguirán vendiendo humo, odiosas comparaciones y otras estupideces. Y lo llaman voto útil. Gobernar para unos pocos. Mañana cambia el gobierno o el jefe de Tesla y vienen las rebajas. No. Pongo y quito, según el color. Propongo y dispongo. No. La prepotencia de creer que sabes lo que es bueno para todo el mundo. Y luego vienen las alergias. Las alergias al pescadito plancha. Tan sano. Y a mí no me gusta el queso.