Una fisura en los huesos de la nariz, varios dientes rotos, dificultad para hablar por la inflamación bucal, y un durísimo trago que ayer todavía le impedía hacer cualquier declaración pública. Esas son las consecuencias del brutal cabezazo que el colegiado del partido Mosteiro-A Lama del Grupo 11.º de la Segunda Autonómica, el vilagarciano Júnior García Abalo, sufría el pasado domingo de supuestamente un jugador del equipo visitante. Un futbolista que el delegado del Colegio de Árbitros de Pontevedra, Julio Doval, identificaba ayer tarde como David Mouriño Rodríguez, con el dorsal número 6, tras mantener su primera conversación con el trencilla agredido y el padre de este último. El progenitor asistió al suceso desde la grada del campo de Meis, y 24 horas después seguía tan impactado que también prefirió dejar en manos del colectivo arbitral las inevitables manifestaciones a los medios de comunicación ante un caso de esta gravedad, con denuncia presentada en el cuartel de la Guardia Civil de Cambados por parte del agredido, y el anuncio del Colegio de Árbitros de Pontevedra de todas las gestiones necesarias para conseguir una sanción ejemplar al supuesto agresor. El presidente del club Mosteiro, José Mouriño, recordaba ayer lo ocurrido. «Era o minuto 75 ou 76. O Mosteiro fixo un cambio, con 2-0 no marcador. O noso xogador que saía do campo fixo algo de tempo, e o que lle deu o cabezazo ao árbitro estábaselle botando enriba. Levaba así todo o partido, insultándoo. O colexiado amosoulle unha tarxeta ao noso futbolista, pero o outro seguía igual. E cando fixo ademán de sacarlle a vermella deulle un cabezazo e quedou k.o.».Pedirán la máxima sanción Desde el Colegio de Árbitros de Pontevedra aclaran que Júnior García, que a sus 20 años cumple su cuarta temporada como trencilla tras jugar hasta categoría juvenil en el Vilagarcía, no llegó a perder la consciencia. Pero sí a desorientarse con la fuerza de la agresión. Un estado en el que permanecería «tres ou catro minutos», recuerda Mouriño. «Nós estabamos moi asustados, porque sangraba moito pola boca», comenta el directivo del Mosteiro. El padre del jugador llamó a una ambulancia y a la Guardia Civil. Una media hora después Júnior García fue trasladado al Hospital Domínguez, donde se le dio el parte de lesiones sin necesidad de ingreso. Julio Doval clama que «estas barbaridades non se poden permitir», y anunció que «desde a nosa organización trataremos de que se sancione de maneira exemplar desde a federación». En la misma línea se manifiesta el presidente del Mosteiro: «A este xogador non o deixaría xogar máis ao fútbol. Inhabilitación de por vida». LA VOZ DE GALICIA.