Hace poco pasé por una de las experiencias más bochornosas de mi vida. Fue en el salón de actos de la ETSIAMN, centro donde imparto clases. Había organizado un debate sobre “OGMs en alimentación: corporaciones, biética y seguridad” No me gusta acudir de público a este tipo de actos porque bastante jaleo tengo ya como para encima buscarme más, pero por circunstancias acudí a este en particular. Hablando de transgénicos un científico de la talla reconocida de Daniel Ramón, por parte de la agroecología un representante de Amigos de la Tierra (David Sánchez Carpío) y Fernando Llobell, presidente de la asociación la tierrallana. El invitado original era Josep Pamies, conocido ecoterrorista, pero el moderador excusó su asistencia por una angina de pecho. Quiero pensar que el motivo no fue ese sino la carta de protesta que le envié al director de la escuela días antes alertándole de lo poco apropiado de invitar a alguien que destroza campos experimentales de transgénicos y vende plantas mágicas para, según él, curar el cáncer y la diabetes. Si realmente la excusa es cierta, creo que Pamies debería cuidar mejor su alimentación y llevar una vida más sana, es joven para una angina de pecho.
Empieza el acto: el moderador habla de “Organismos Genéticamente Manipulados” sutil cambio de modificados a manipulados, pero así quedan como más perversos. También reivindica la figura de Pamies. Queda claro por donde van los tiros.
Josep Pamies en un foro científico de altura
Habla Amigos de la Tierra: empieza con lo de que están presentes en 77 paises, que no están en contra de la investigación, para pasar al poti-poti típico de que los transgénicos son malos para la salud, para el medio ambiente y para los agricultores y que son un fracaso, con las criticas a las multinacionales que son las que se benefician de ello. Parece que todavía no se han dado cuenta que si realmente son un fracaso ¿Por qué son tan activos luchando contra ellos? En principio cuando algo fracasa desaparece solo. Luego vino el de la Tierra Llana que básicamente habló de su tienda sin ánimo de lucro en Albacete, ciudad que habían conseguido declarar libre de transgénicos (aunque eso no sirva para nada) y que los transgénicos son un problema por que habían copado el mercado de piensos. Resulta que el pienso ecológico hay que importarlo de Francia (emitiendo CO2 por el camino ecológicamente, pero eso mola). Por último habló Daniel Ramón acerca de los mitos y la poca base científica del movimiento antitransgénicos, aunque este punto ya quedaba claro solo con la composición de la mesa. Por la agricultura ecológica un profesional de las pancartas y un señor que tiene una tienda en Albacete. Por la biotecnología alguien que tiene una empresa que da trabajo a más de 40 licenciados, con publicaciones, patentes y premios. ¿Dónde están los científicos de altura en la agroecología?
Amigos de la tierra ¿ONG?
El debate fue una mezcla de surrealismo y vergüenza ajena. El señor de la tienda hablando de la biblia, del regalo de Dios de las semillas e insultando a los estudiantes de biotecnología. El de amigos de la tierra más comedido, ciñéndose al mensaje corporativo. Daniel Ramón aguantando el chaparrón y los insultos del de la tienda. Yendo al tema del post, este debate brindó varios ejemplos de la perversión del lenguaje utilizado por la agroecología. Lo bueno de ir a un debate de público es que cuando supero el umbral de tolerancia no tengo que ser políticamente correcto y puedo hacer uso de mi turno de palabra (y a veces sin él) para señalar alguna muy gorda que han dicho los ponentes, como cuando David Sánchez pretendió presentar como argumento los estudios de Seralini. Le hice notar al de amigos de la Tierra que critican a las multinacionales, pero ellos hablan de que están presentes en 77 países y se financian por la obra social de los bancos (si, esos que desahucian a quien no paga la hipoteca). Contestó que son una federación (!?) y que no iba a entrar en el debate de la financiación. Al de la tierra llana le pregunté si lo del Albacete libre de Transgénicos había servido para algo y si iban a cerrar las farmacias. Según él sirvió para que se supiera que estaban en contra de los trasngénicos (autobombo?) y no contestó lo de las farmacias. O sea que Albacete está libre de transgénicos pero no de todos los transgénicos, y amigos de la tierra está presente en 77 países y se financia por los bancos, pero no es una multinacional. ¿veis lo de la perversión del lenguaje?
El momento más delirante se vivió cuando un miembro de la catedra (cuyo nombre no cito porque tendrá familia la cual no tiene porque avergonzarse) reivindicó las figuras de Xosé Bové y Josep Pamies diciendo que” que han cometido delitos y hayan recibido condenas de cárcel no quiere decir que sean delincuentes, además la mayoría de la gente está en contra de los transgénicos. También Mandela cometió delitos y ahora es un héroe” Lo típico, todos los terroristas piensan que tienen razón. Cuando un grupo de ultras atacan a un gay o a un inmigrante también piensan que tienen razón y que son mayoría los que piensan como ellos. Llegado a este punto me levanté y me fui. Al ser increpado por este hecho por el agroecólogo de Albacete dije que había superado mi capacidad de oír tonterías. Por cierto, que tampoco comentaron que Xose Bové, como la mayoría de dirigentes ecologistas, es propenso a todo tipo de tonterías y tiene un chaletito en condiciones.
El laureado Seralini (por 400$ teneis el mismo premio).
Todo esto que he contando que podía ser una excepción, pero no es el caso. La manipulación del lenguaje en beneficio propio es algo que está en la base de la agricultura ecológica, y protegido por el mismo reglamento. Partiendo del nombre de agricultura ecológica, que es un contrasentido. Pero si vamos al reglamento encontramos que los 4 primeros capítulos explican todo lo que se puede y lo que no se puede hacer y llegamos al capítulo 5, que lleva el elocuente nombre de flexibilidad, en el cual se recogen todas las excepciones. En resumen viene a decir que todo lo que te han dicho antes, según las circunstancias, se lo pueden pasar por el arco del triunfo y aún así seguir etiquetando como ecológico. De forma que el ganado ecológico no puede tener antibióticos, o si. No se pueden utilizar fertilizantes sintéticos, o si. Es curioso que exigan el etiquetado de transgénicos, pero un consumidor de ecológicos nunca sabrá si la carne lleva antibióticos o si se han utilizado fertilizantes sintéticos por que le va a conceder la certificación ecológica igual. Sin ir más lejos este año (según dicen, por la sequía) el ganado ecológico se alimentará de pienso no ecológico. Oficialmente no se allimentará de transgénicos, pero conociendo el celo de las inspecciones y los numerosos ejemplos precedentes, no apostaría por ello. Por lo tanto tenemos ganado que ecológico, pero que no come pienso ecológico, multinacionales que no lo son y zonas libres de transgénicos que no están libres de trasngénicos. Creo que los entusiastas de la agricultura ecológica viven en alguna de las distopías brillantemente narradas por George Orwell cuando decía cosas como "Todos los animales son iguales, pero algunos más que otros" o "La guerra es la paz".