El Agua con Limón es trending topic, y no sólo en las redes sociales. Periódicos y revistas bien conocidos (El País, El Mundo, Elle, Expansión, Hola … ) se han hecho eco de esta moda endiosada por celebrities como Angelina Jolie o Beyoncé. Es, además, un tema muy controvertido. Despierta pasiones por igual entre los que quieren rebajar las expectativas de este super combinado, como entre las fieles seguidoras, respaldadas por las imágenes de it-girls confesas de tomar este detox para depurar sus organismos. Y claro, para algo que puedes adquirir sin pisar Chanel, ¿por qué no intentarlo?
Desde luego, cuando mi madre me daba limonada en las tardes de verano, no lo hacía pensando en depurarme y mucho menos en adelgazarme, sino en darme una buena dosis de Vitamina C, que había oído que era estupenda para los catarros y fresquita para el verano. ¡Ay, cuántos limones malgastó mi madre en su hija en lugar de aprovecharlos ella!
Sin embargo, los beneficios de los que hablamos, no corresponden a la limonada, sino al Agua con Limón, concepto más cool que necesita receta e instrucciones para tomarla. Así pues, destripemos los ingredientes por separado y veamos si hay mucho fundamento en las maravillas que nos cuentan, desde refuerzo inmunológico o prevención del cáncer, hasta cosas más triviales como conseguir una piel preciosa, un tipazo o un efecto antioxidante y detox.
El AGUA tiene múltiples beneficios como ya os conté en La Dieta del Agua, y entre estos podemos destacar su función renal, su poder saciante y por supuesto la hidratación corporal que nos proporciona por dentro y por fuera (al fin y al cabo, agua somos). Además, si la tomamos templada estimula aún más el peristaltismo intestinal (el movimiento que hacen los intestinos y uréteres para favorecer la evacuación), por lo que puede ser un gran alivio para muchos tener el hábito de tomar un vaso de agua nada más levantarse.
¿Y el LIMÓN? ¿qué nos aporta?
El limón es una gran fuente de Vitamina C, además de otros nutrientes como flavonoides, fibra y potasio, necesarios para el buen funcionamiento de nuestro organismo y su actividad celular.
Como fuente de Vitamina C, es un potente antioxidante celular que retrasa el proceso de envejecimiento provocado por los radicales libres, los mismos que podrían propiciar cáncer o cardiopatías. Además, es indispensable en la producción de colágeno, necesario para ayudar a reparar los tejidos en cualquier parte del cuerpo, así como subsanar el deterioro de huesos o dientes.
Como fuente de bioflavonoides (los cuales se encuentran sobre todo en la parte blanca), contiene hesperidina y rutina, que ejercen efectos beneficiosos sobre la permeabilidad capilar y el flujo sanguíneo, y quercitrina con efectos antialérgicos y anti-inflamatorios.
Posee ácidos (cítrico, málico, acético y fórmico) que potencian la acción de la Vitamina C y tienen una acción antiséptica, combatiendo bacterias y otros agentes patógenos que amenazan a nuestro organismo. Sin embargo, si piensas que tomándolo evitarás contagiarte de la gripe, nada más lejos de la realidad, pues aunque así nos lo hizo creer el Nobel Linus Pauling en los 70, hay otros 29 estudios que lo desmienten desde entonces.
Y así podríamos seguir analizando cada una de las vitaminas y minerales que componen el limón. Ahora bien, para que todas estas bondades atribuidas sean reales, todo apunta a que la cantidad de vitamina consumida – u otros elementos – es clave. Algunos estudios que se han realizado sobre hipertensión o cáncer por ejemplo, requerían ingestas diarias de 500mg de Vitamina C, o dicho de otra manera, algo más de un litro de limón al día (ojo, no agua con limón, sino limón 100%), e incluso con estas cantidades, los resultados no fueron concluyentes. Además del hecho de que otros estudios dirán que ingestas exageradas de Vitamina C (u otros componentes) pueden resultar altamente dañinos. Sí, me temo que hay estudios para corroborar o refutar todo lo que (te) propongas.
La realidad es que cuando hablamos de lo que puede hacer la Vitamina C, el sodio o el potasio por nosotros, lo decimos sin preocuparnos de las cantidades necesarias para que esto suceda, ni tampoco de las cantidades que cada individuo necesitaría en función de su herencia, modo de vida o enfermedad concreta. Todo son suposiciones, estadísticas o deducciones. Incluso, cuando afirmamos algunas de las bondades del limón, no tenemos en cuenta si ese componente estaba en el mesocarpio (la parte blanca), algo que habitualmente va directo a la basura y no a nuestra agua con limón.
Lo que si es cierto, es que ingerir un suplemento diario de Vitamina C resulta tan beneficioso para el cuerpo que realmente debe ser una rutina diaria, y aunque no lo hagamos conscientemente, está claro que la consumimos, ya que enfermedades como el escorbuto pertenecen al pasado. En mujeres por ejemplo, se recomienda una ingesta diaria de 75mg , y un solo tazón de fresas ya te aporta 84mg, y no digamos si nos tomamos un pimiento rojo, el más vitaminado de todos, que te aporta 190mg. A lo mejor, deberíamos plantearnos consumir pimiento con agua templada. Claro, que nunca estaría tan bueno como la limonada de toda la vida, o el ya clásico zumo de naranja.
Pero ¿qué pasa con la PÉRDIDA DE PESO que se le atribuye al Agua con Limón?
No hay estudios que corroboren que el Agua con Limón adelgace, y no, no es porque los laboratorios no quieran darnos esta receta gratis. Afortunadamente, puedes probarlo todas las veces que quieras y decirnos si te ha funcionado. Somos todo oídos. Según Julia Ocón, experta en Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, “el limón contiene una cantidad importante de fibra dietética, fundamentalmente pectina, que puede ralentizar el vaciado gástrico, favoreciendo la sensación de saciedad y evitando una ingesta excesiva de otros alimentos”, además del hecho de que la mayor parte del limón es agua y por lo tanto su contenido calórico es mínimo. En cuanto al efecto diurético, me temo que igual que pierdes agua la recuperas al hidratarte de nuevo. Tampoco se ha corroborado que sea un potente quemagrasas como afirman los defensores de las dietas basadas en la alcalinización del cuerpo o las de alimentos termogénicos (¡ay, sí, ójala fuera tan efectivo como usar el Fairy con limón!)
Para adelgazar, solo hay una norma: gastar más de lo que ingieres cada día.
Y para ello, sólo se requiere una dieta variada y rica en alimentos frescos, verduras y frutas, además de una buena dosis de baile, ejercicio, paseos o lo que quieras hacer que no sea estar sentado. Nada nuevo que no hayas oído antes. Ahora bien, dentro de esta dieta equilibrada, tomarte un vaso templado de limón por las mañanas es un hábito muy saludable, pero no un milagro.
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