Todavía ensimismada,ayer me despertó con violencia la noticia de que en la muy singular Cataluña, la policía autonómica, todavía no sacudido el escándalo de las pelotas de goma, ha decidido resucitar las tanquetas de agua, fuera de servicio desde 1994.
Imagino que se inspiraron en los recientes sucesos de la plaza Takrin, ya que sólo en Turquía, Grecia e India (oí) estaban en circulación.
Yo volví a quedarme fuera, sin saber en qué tiempo vivíamos, dada la celeridad con que, desde tantísimos frentes, regresamos...
P.D. Reconozcamos al menos (os permito el sarcasmo), que la realidad parece coherente... ya que no van a ser un privilegio las ínsulas extrañas... también nuestras calles nos brindarán charcos.