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LITERATURA
'Aguafuertes', una recopilación de las crónicas del escritor argentino durante su viaje entre 1935 y 1936Roberto Arlt: rabioso, salvaje y total
Primer plano del periodista y escritor bonaerense Roberto Arlt (1900-1942), autor de las célebres 'Aguafuertes'.
Reúnen por primera vez en un solo volumen las crónicas que el periodista argentino realizó en España en vísperas de la Guerra Civil
- JOSÉ MARÍA RONDÓN
- Sevilla
- @josemariarondon
Hay tipos que han levantado toda una literatura desde la crónica, el reportaje, la opinión. Por saber dónde arrimar el ojo. Por la exactitud en la forma de contar. Porque explicar el mundo es cuestión de estilo. Uno de los primeros de esa tribu es Roberto Arlt (Buenos Aires, 1900-1942), él que aspiraba a escribir con "la violencia de un cross a la mandíbula".Arlt dejó a lo largo de años un buen puñado de crónicas, las Aguafuertes, que bien podrían considerarse el campanazo inaugural de otra forma de hacer periodismoen castellano. Tanto éxito tuvieron que, según refirió alguna vez Juan Carlos Onetti, el director del periódico cambiaba regularmente el día de publicación para obligar a los lectores a acercarse al quiosco todos los días.Estos retratos informales del runrún cotidiano de Buenos Aires se alternaron con las narraciones de sus viajes a Uruguay, Brasil y, especialmente, España, donde recaló en vísperas de la Guerra Civil (de febrero de 1935 a mayo de 1936). Ahora, estas crónicas periodísticas españolas ven la luz en un solo volumen, Aguafuertes, recopiladas por Toni Montesinos para el sello Hermida Editores.Precisamente, Montesinos alude en el prólogo del libro al impacto vital que el viaje a Europa provocó en el argentino, de temperamento difícil, de genio habitualmente rabioso, atormentado, inconformista. «Pareciera que el viaje dulcificó a Arlt, o lo humanizó, o lo esperanzó, o le quitó de encima esa pulsión nerviosa que lo descontrolaba y estimulaba a partes iguales», expone.Arlt recorre durante meses toda la Península, desde Barbate a Baracaldo, y las ciudades norteafricanas de Tetuán y Tánger. En Andalucía, visita Cádiz, Vejer, Granada y Sevilla, esta última inmersa en los preparativos de la Semana Santa. Allá donde va, es un atento observador de los tipos, del frenesí político, pero también un testigo incómodo del atraso y las desigualdades sociales.