Hubo una época en que los habitantes y visitantes de Granada esperaban ansiosos la apertura de la temporada de las aguas termales de la localidad vecina de La Malahá. Su balneario era muy famoso en toda la provincia y como estaba a una distancia razonable de la capital los carruajes salían para que se pudiera tomar las aguas y regresar incluso sin hacer estancia en las cómodas instalaciones de la época. Reyes, nobles y adinerados cerraban el recinto para poder disfrutar de las curiosas y cálidas aguas de sus piscinas.
La Malahá está situada a 18 kilómetros de Granada y posee varias cosas curiosas. Por una parte unas salinas bien lejos del mar y por otra unas peculiares pozas que le dieron fama en el siglo XIX. El balneario era super popular y la temporada costaba la friolera de 10 pesetas. Las cosas han cambiado un poco y con el paso del tiempo sus instalaciones cayeron en el olvido. Casi todo el recinto fue abandonado y no se ha podido recuperar pero lo que si permanecen son los restos arqueológicos y el manantial.
Con la modernización se ha instalado una piscina en el mismo recinto, un bar, vestuarios y zonas de descanso. Además las piscinas se encuentran en un desnivel formando una curiosa composición en cascada desde la parte superior y con chorros relajantes en todas ellas siendo la superior la que más cubre y la inferior apta para los más pequeños por su profundidad.
Como podéis imaginar el baño es de lo más agradable por la temperatura, y, aunque los carteles explican que no debes estar mucho tiempo en el agua es casi inevitable porque es una experiencia única.
En su máximo apogeo llegó a tener 50 habitaciones. En 1942 cerró definitivamente pero no fue hasta los años ochenta cuando el deterioro obligó a derruir todas las instalaciones por su peligrosidad. Por fortuna el valor arqueológico de la zona y las curiosas aguas han vuelto a tener el esplendor de otra época y se perfilan como un lugar de peregrinación turística en alza.
Los lugareños recuerdan cuando se usaban las piletas cercanas para canalizar el agua y que pese a que es bastante diferente la rehabilitación ha traído nuevas visitas y vida a la zona.La entrada se puede comprar para medio día (mañana o tarde) o para el día completo. La temporada empieza en junio y acaba en septiembre pero sólo durante el verano abren todos los días por lo que es recomendable consultar los horarios de apertura por teléfono con ellos para no encontrarlo cerrado.
Nosotros optamos por pasar la tarde y fue una decisión acertada, el baño resultó muy curioso para todo. Cada loco con su tema, los mayores buscábamos los chorros mientras los pequeños intentaban verse los dedos de los pies en el agua turbia. La zona verde para descansar tiene hamacas que puedes alquilar por lo que es bastante cómodo y cambiarse y ducharse en el vestuario es un puntazo para hacer el camino de regreso a casa tranquilos y cómodos. Dispone de socorrista.
A-385, 19, 18130 La Malahá, Granada
681 925 366 | 958 587 101
Horario: Según temporada. Consultar calendario de apertura.
Más info: https://www.lamalaha.com/banos-termales/
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