Aguileña
Planta vivaz de porte herbáceo, ligera pero de buen desarrollo, con espigas de grandes flores provistas de largos espolones y que ofrecen un amplio abanico de colores.Descripción
La aguileña es una planta silvestre en el continente europeo, cuyas flores azules o moradas crecen sobre largos pedúnculos y tienen formas muy particulares: el centro, poblado por estambres y pistilos, órganos sexuales de las flores, se articula en cinco lóbulos más o menos patentes que a su vez son rodeados por cinco grandes pétalos. Los lóbulos centrales terminan en espolones curbados, parecidos a los de las patas de las águilas, de donde toma su nombre la planta. De esta vivaz se han obtenido algunos híbridos para jardinería con variadas y llamativas coloraciones, que resultan muy interesantes como plantas de flor para macizos y bordes mixtos en los que se combinen con otras especies de distinta altura y período de floración; las aguileñas lo hacen hacia la mitad de la primavera, llenándose de espigas de grandes flores colocadas sobre pedúnculos que llegan al metro de altura. La planta tiene ramas abiertas y ligeras, con hojas lobuladas de color verde mate y con bordes ribeteados.
Flor de Aguileña
Cuidados
La tierra debe ser fértil, con una buena proporción de humus o materia orgánica. También necesita que el suelo sea húmedo, pero sin que se encharque. Si se cultiva en macizos, le favorecerá una aportación de mantillo todos los otoños. Las aguileñas se sienten muy cómodas en terrenos de naturaleza calcárea.
Sobre suelos frescos pueden vivir a pleno sol, pero dan buen resultado en zonas de sombra parcial.
La poda consiste en ir retirando las espigas florales según se van marchitando y las ramas secas cuando se secan en otoño.
La propagación por semillas produce resultados inciertos; el mejor método es la división de la cepa cuando la planta duerme en la estación invernal.
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