✨Agujeros negros en Abell 400

Por Juan Carlos
Martes 2 de mayo de 2017

Esta imagen compuesta de radio en color rosa y de rayos X en color azul del cúmulo de galaxias Abell 400, muestra chorros de radio inmersos en una vasta nube de gas que emite rayos X a varios millones grados que impregnan todo el cúmulo de galaxias. Los chorros emanan de la proximidad de dos agujeros negros, que se ven en la imagen como puntos brillantes. Estos agujeros negros están en la galaxia dumbbell ó NGC 1128, que está produciendo la gigante fuente de radio. La peculiar estructura visible en la imagen se debe a dos grandes galaxias que se encuentran en el proceso de fusión. Tales fusiones son comunes en un ambiente congestionado que experimentan los cúmulos de galaxias. Una hipótesis alternativa es que la estructura aparente es el resultado de una coincidencia en el tiempo cuando las dos galaxias están pasando una al lado de la otra, como barcos en un mar cósmico. El análisis cuidadoso de los últimos datos de Chandra y de radio sobre 3C 75 indica que las galaxias y sus agujeros negros están unidos por gravedad mutua. Mediante el estudio de la forma y la dirección de los chorros de radio, los astrónomos fueron capaces de determinar la dirección y el movimiento de los agujeros negros.

La apariencia en forma de flecha de los chorros de radio es producido por el rápido movimiento de la galaxia a través del gas caliente del cúmulo de galaxias, casi de la misma manera que el pañuelo de un motociclista es barrido hacia atrás por el viento cuando viaja a toda velocidad por la carretera. Los agujeros negros binarios en 75 3C están a unos 25.000 años luz de distancia uno del otro. Es probable que en una etapa anterior de su evolución hayan estado a unos 3.000 años luz de distancia. Las simulaciones por ordenador indican que los agujeros negros supermasivos binarios producen una espiral gradual del uno hacia el otro hasta que se unan para formar un único agujero negro más masivo, acompañado por un enorme estallido de ondas gravitatorias. Estas ondas gravitacionales se extenderían a través del Universo y producen ondas en el tejido del espacio, que aparecería como pequeños cambios en la distancia entre dos puntos cualesquiera. Sensibles detectores de ondas gravitacionales programados para ser operativos en la próxima década podría detectar estos eventos, que se estima que ocurren varias veces al año en el Universo observable.

Fotografía OriginalCrédito:   De rayos X: NASA / CXC / Aifa / D.Hudson y T.Reiprich; Radio: NRAO / VLA / NRL