Había una vez un comerciante viudo que tenía tres hijas. Cada vez que realizaba un viaje de negocios el padre preguntaba a sus niñas qué regalo querían que les trajese de la travesía.
A pesar de que las tres hermanas tenían nombres de flores, Orquídea, Violeta y Rosa, únicamente una de ellas estaba interesada en la botánica. Así pues, esta vez, Rosa le encarga a su padre que le traiga una semilla de judía de color azul, algo que el padre por más que busca no logra encontrar.
Cuando llega a casa después de dos meses viajando sin parar y le comunica a la chica que no ha podido localizarla, la joven suspira y así es como aparece Ah en sus vidas. Él es nuestro particular genio de la lámpara.
A partir de entonces, la joven vivirá en un palacio con un príncipe del que se enamorará. Sin embargo, pronto perderá a su amor y sintiéndose culpable por ello se venderá como esclava para paliar su pena.
Hasta ahí puedo contar y ya, seguramente, sea mucho. La historia se lee en nada puesto que aparte de su brevedad, tiene más dibujos que texto y es que, Satrapi nos trae un cuento ilustrado. Los colores que encontramos en sus páginas son muy alegres, ya se lo advierte la portada al lector, con ese azul intenso.
Os dejo, para terminar, con las primeras páginas de la obra aunque los dibujos no tienen la calidad con la que aparecen en papel pero os servirá para haceros una idea de cómo es el pequeño cuento.
Sé, por otro lado, que no he empezado por el plato fuerte de la autora, Persépolis, que compré hace mucho tiempo y que tengo en casa esperando, cogiendo polvo en la estantería, pero la lectura de El suspiro me ha dado el empujón que necesitaba para leerla, así que espero traeros pronto la reseña de su obra más conocida.
Agradecimientos Norma Editorial