El chico, recordemos que de once años de edad, entonces con 2163 puntos Elo, volvió a realizar una muy buena performance, en esta ocasión de 2252 puntos, subiendo diez enteros más en su ranking individual.
De este cotejo se han comentado dos partidas. Una en el libro “Wonderboy”, de Simen Agdestein y luego un extracto de otra, en el libro “El Mozart del Ajedrez” de Adrian Mijalchishin
y Oleg Stetsko.
Los cotejos, ronda por ronda, disputados por Magnus en Helsinki fueron los siguientes:Y la clasificación general de aquel evento quedó así:
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1) Carlsen, Magnus (2163)-Nyysti, Sampsa (2242); Helsinki ShakkiNet-A 4th (2) 25-6-2002 – 1-0 en 42 jugadas.-
Se trató de una partida en donde el chico puso en práctica un curioso sacrificio de caballo que andaba entonces en la mente de muchos jóvenes ajedrecistas noruegos.
Cuando uno desarrolla esta contienda se queda impresionado por lo fuerte que parece el mismo a simple vista.
Las negras no pudieron desarrollarse convenientemente durante todo el cotejo.
El sacrificio comienza, atención, en la ¡jugada nº 5! (ver diagrama nº 1).
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Nyysti, entonces de mayor categoría que Magnus, no acepta repetir movimientos ( diagrama nº 2)
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y busca la victoria, aunque de forma poco objetiva. La disposición de las piezas de Carlsen se tornó muy peligrosa y el jugador finlandés se vio obligado a entregar su dama (y peón) por dos torres.
En cualquier otra circunstancia eso hubiera permitido contrajuego, pero en la posición del diagrama nº 3
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Decir que La experiencia constituye siempre una verdadera piedra angular para progresar convenientemente en los finales de partida.
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Una cosa queda clara, estimados lectores, Magnus Carlsen ¡seguía aprendiendo y progresando!.
Fdo.- Angel Jiménez Arteaga