Quedó segundo clasificado, empatado en el primer lugar, con el ajedrecista de mayor rating del torneo, el inglés Craig Hanley.
Ambos consiguieron el excelente resultado final de 5½ puntos de 7 posibles.
La actuación completa de Carlsen fue como sigue:
En el libro “Wonderboy”, el GM noruego Simen Agdestein seleccionó y comentó dos partidas de este evento “juvenil”:
1) Berstad, Joerung (1553)-Carlsen, Magnus (2127); NOR-ch U18 int Lysaker (1) 23-3-2002 – 0-1 en 41 jugadas.-
¡Qué cotejo más salvaje!.
Carlsen llegó a entregar ¡¡tres peones!! buscando desesperadamente la iniciativa.
Debió, no obstante, haber perdido, pero como los grandes ases, la fortuna se terminó aliando también con él.
Así que nunca mejor dicha aquella sentencia que indica que la suerte no te llega, sino que tienes que ir a buscarla…
En la posición del diagrama nº 1, tras el enroque largo de las blancas, Carlsen (con peón de menos) ideó un “astuto” plan que tuvo que ver con forzar una presión constante, en la búsqueda de contrajuego, sobre la casilla “b2”.
(Para ampliar la imagen haga "click" sobre ella):
Aquella fue una partida ¡no apta para cardíacos!.
2) Kvisvik, Brede Alexander (2060)-Carlsen, Magnus (2127); NOR-ch U18 int Lysaker (3) 24-3-2002 – 0-1 en 34 jugadas.-
Este fue un cotejo muy interesante con entrega, otra vez de peón, de Carlsen en la apertura, estilo “Garry Kimovich Kaspárov”, con la intencionalidad de hacerse con la iniciativa.
Carlsen, acertadamente, no temió cambiar damas, porque vio que sus piezas menores iban a quedar en situaciones mucho más activas que las de su contrincante, como se muestra en la posición del diagrama nº 1.(Para ampliar la imagen haga "click" sobre ella):
Luego surgieron las lógicas complicaciones, pero nuestro admirado niño, entonces de 11 años (luchando y “predominando” ya contra jóvenes de hasta 18), se decidió por una idea que le dio resultado, pues con ella terminaría cazando al alfil de dama blanco, tristemente encerrado por sus propios peones en su casilla inicial.
A partir de ahí, con “alfil por tres peones”, Magnus Carlsen jugó con elegancia y terminó dando un brillante jaque mate a su rival, como se aprecia en la posición del diagrama nº 2.(Para ampliar la imagen haga "click" sobre ella):
De estos dos “complejos” enfrentamientos, estimados lectores, sacamos una conclusión los “grandes aficionados”: Por mucho que nos esmeremos, la mayoría de nosotros, es imposible que podamos jugar y sobre todo, vencer, así…
Fdo.- Angel Jiménez Arteaga