La muerte del patriarca de una familia judía, consigue que toda la familia (cuatro hijos y la madre), se junten para llevar a cabo la última voluntad del difunto, que no es otra que cumplir con una tradición judía, donde los miembros de la familia tienen que permanecer juntos durante siete días para honrar la memoria de su padre. Por supuesto, la convivencia se hace difícil, y trae más de una sorpresa.
La película suena a ya muy vista, a no ser por la novedad de introducir la tradición judía como vehículo de la narración, aunque no deja de ser entretenida.