Traigo un ejemplo cercano a mi casa y que me revuelve las tripas desde hace tiempo. En mi ciudad, A Coruña, se ha construido el primer kilómetro de la Tercera Ronda, una circunvalación necesaria que aliviará las insoportables retenciones de entrada y salida de la ciudad que padecemos todos los coruñeses desde hace muchos años. Esta nueva vía unirá varios puntos clave de la ciudad y conectará con el aeropuerto, la AP-9 y la A-6, esa autovía que une la pequeña localidad de Arteixo con Madrid y que increíblemente aún no tiene conexión directa con la capital coruñesa (¡!). La Tercera Ronda es un gran acierto, de eso no hay duda, y en la ciudad deseamos que se abra cuanto antes... Pero hay un serio problema, algo de lo que nadie habla, algo en lo que parece que no han pensado los responsables y expertos en planificación urbana. Me refiero a que esta vía de alta capacidad con seis carriles conecta con una ¡simple rotonda de ciudad! que ya registra serios problemas de tráfico en horas punta. Aquí está ese flamante primer kilómetro construido:
¿Bonito verdad? A continuación su conexión salchichera con la susodicha rotonda:
En la siguiente imagen aérea capturada de Google Earth se pueden observar los inicios de las obras a la izquierda y la desembocadura en la ciudad de una vía de alta capacidad que conecta con una rotonda muy limitada para el futuro tráfico de miles de vehículos diarios:
¿Por qué los técnicos de Fomento, la Xunta o las autoridades locales no han proyectado una gran rotonda con varios niveles y accesos directos para absorber semejante caudal de tráfico rodado? ¿Por qué el Ayuntamiento de A Coruña nos vende que la Tercera Ronda será la principal vía de entrada y salida de la ciudad sin darse cuenta de que su conexión urbana es un cuello de botella en potencia? ¿Por qué ninguna cabeza pensante se ha dado cuenta de semejante obviedad? No quiero pensar en las colas de vehículos, los frenazos y las colisiones por alcance que va a generar un acceso tan chapucero como este. Por ahora sólo se han terminado 960 impecables metros y aún se está a tiempo de proyectar, licitar y construir cuanto antes lo que dicta el sentido común. ¡Venga, ánimo!
Fotos: Francisco Javier y Google Earth. Pincha en las imágenes para ampliarlas.
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