La Audiencia Nacional ha decretado la prohibición de una manifestación en Euskadi convocada, entre otros, por un ex consejero de justicia del gobierno vasco, Sabin Intxaurraga, ex consejero de EA. El lema de la convocatoria era “Libertad de expresión. Todos los derechos para todas las personas”.
La raya que ha traspasado la Audiencia Nacional es muy preocupante. Asume que hay organizaciones perfectamente legales que actúan bajo las directrices de ETA, (sino, ¿que sentido tiene suspender esa manifestación?), siendo esta tesis una aberración jurídica y política que debería avergonzar al autor de la sentencia, al Señor Ismael Moreno, pero que anuncia un periodo conflictivo en lo político, pues este tipo de sentencias son la antesala a la ilegalización de partidos en elecciones. Y prohibir la presencia de EA son palabras mayores.
Callar a base de prohibiciones lo que en justicia son manifestaciones políticas es una torpeza. Máxime cuando hay muestras de pasos hacia un proceso político que supere de una vez por todas a la banda terrorista. Pero para ello es necesario que los políticos den un paso al frente y que dejen de escudarse en fiscales y jueces.
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