Ahora los pueblos | Bolívar, Libertador del Perú (II)

Publicado el 08 septiembre 2023 por Jmartoranoster

 los partidos en el ejército son inconciliables y no hay otro centro ni otra esperanza de mediación que la colocación de Ud. a la cabeza del ejército aliado…

Antonio José de Sucre

07/09/2023.-

Perú, un país fracturado

Las divisiones en el Perú van más allá de las facciones que aspiraban imponer a uno de sus presidentes (el electo o el depuesto). Las fracturas de la nación también ponían en riesgo su integridad territorial, pues el norte se identificaba mayoritariamente como patriota y el sur como realista. Cuando el virrey La Serna abandonó Lima en 1821, había sido acordada una demarcación con José de San Martín, donde se establecieron armisticios de mediación, consistentes en «trazar una línea de oeste a este por el río Chancay, gobernando por el norte los independentistas el espacio que ocupaban, y el resto del país sería regido por la Constitución española…». El país quedó fraccionado, con las fuerzas patriotas al norte, mientras que el centro y sur andino quedaban en manos de los realistas. Cabe resaltar que las acusaciones sobre Bolívar como causante de la división del Perú, que aún se recogen en la historiografía de la élite peruana, carecen de fundamento.

La audacia del ejército libertador consistió en avanzar hacia el sur con Junín y Ayacucho, espacios controlados por las fuerzas realistas en la región de la sierra. El proceso independentista había demostrado que Lima no era Perú, por lo tanto, las tesis centralistas sobre el control del poder político habían fracasado.

Sucre advierte a Bolívar

El 7 de mayo de 1823, Sucre escribe una misiva al Libertador persuadiéndolo sobre la necesidad de su presencia en Lima para calmar los ánimos entre los diferentes grupos:

… el voto de los pueblos y del ejército está pronunciado por su venida como el único medio de salvar el Estado; todos se persuaden de esta necesidad urgente; pero pienso que el partido ministerial es opuesto a la venida de Ud. porque temen un desfalco a su influjo y a su autoridad… entretanto, no saben qué hacerse: los partidos en el ejército son inconciliables y no hay otro centro ni otra esperanza de mediación que la colocación de Ud. a la cabeza del ejército aliado… (Sucre, 2009, pp.135).

Sobre la situación del ejército, le escribe, en tono de preocupación, el 15 de mayo de 1823:

El ejército no tiene jefes, el país está tan dividido en partidos como están las tropas de los diferentes estados que las forman: el Congreso y el ejecutivo están discordes y esto no puede traer buen resultado; no hay subsistencias para las tropas y las pocas que se adquieren se mal invierten… en fin, mil males asoman para presagiar que todo esto se desbarata y en su desmoronamiento la división de Colombia será parte de las ruinas. (Sucre, 2009, pp.148).

Ante tan grave escenario, Bolívar accede a acudir al Perú, entendiendo que su figura, prestigio militar y habilidad política podría desenredar la situación a favor de las fuerzas independentistas, lo que significaría una victoria estratégica para Colombia.

Llegada de Bolívar al Perú

El 1.° de septiembre de 1823, por invitación expresa del Congreso de la República del Perú, Bolívar llega a Lima, escoltado por las tropas de guarnición. Fue recibido formalmente por una comitiva conformada por el presidente José Bernardo de Tagle, ministros y congresistas. Las calles estaban engalanadas con banderas y de los balcones colgaban coloridos tapices. Su presencia fue aclamada por una muchedumbre congregada en las calles de la capital.

A su llegada, Bolívar pudo comprobar lo advertido por Sucre. Encontró un país sumergido en profundas divisiones, que algunos historiadores han señalado como un «laberinto político», donde coexistían dos presidentes y un congreso constituyente. El Congreso había destituido al presidente Riva Agüero, quien, a su vez, procedió a disolver el Congreso luego de reubicar su gobierno en la ciudad de Trujillo, desde donde se negaba a reconocer al nuevo presidente del Perú, Bernardo de Torre Tagle.

El Perú sería un caso excepcional donde dos aristócratas vinculados a la nobleza castellana titulada —Riva Agüero y Torre Tagle— se convirtieron en los primeros presidentes de la república peruana. Una situación que a Bolívar, que se referirá a ellos como «godos», le iba a resultar intolerable. (O’ Phelan, 2021, pp.138).

En los actos oficiales, el presidente de la república Torre Tagle lo reconoció como «nuestro Libertador» y el presidente del Congreso, el doctor Justo Modesto Figuerola, se refirió a Bolívar como «el hijo predilecto de la victoria». Todos estos halagos se debían a que el Congreso y el gobierno peruanos tenían la expectativa de que el peso de la figura de Bolívar pondría fin a las divisiones políticas, unificaría el ejército y allanaría el camino para alcanzar la victoria militar sobre las tropas realistas que amenazaban con la retoma del territorio de su antiguo Virreinato. Bolívar se pronunció «porque los pueblos americanos no consintieran jamás elevar un trono en su territorio», dejando clara su posición antimonárquica. (O’ Phelan, 2021, pp.140).

Bolívar restablece el orden interno

El 2 de septiembre de 1823, el Congreso recibió con honores a Bolívar y le otorga el nombramiento como suprema autoridad, procediendo inmediatamente a informar de manera oficial sobre el conflicto con el presidente depuesto. El Libertador toma las primeras medidas para restablecer el orden interno de la República y conmina a los rebeldes a rendirse. Riva Agüero fue apresado en noviembre de ese año.

Bolívar decidió trasladarse a Trujillo, ciudad que presentaba ciertas ventajas, por estar cerca de Colombia y a la vez distante de Lima y sus intrigas. Además, le ofrecía un espacio propicio para organizar el ejército y prepararse para las batallas decisivas de la liberación territorial de la república peruana, con las victorias del 6 de agosto en la batalla de Junín, y en la batalla de Ayacucho el 9 de diciembre de 1824.

Bolívar proclama los derechos de los indígenas en el Cuzco

Bolívar, encargado del supremo mando, pudo observar el contraste entre la riqueza del Cuzco y la pobreza en la que se encontraban los pueblos indígenas, excluidos del Estado y la sociedad peruana. Procedió el 4 de julio de 1825 a decretar a favor de sus derechos ciudadanos, donde prohibía las prácticas de explotación a las que eran sometidos, sujetos a servidumbre en las minas, en situaciones tan extremas que incluso se llegó a temer por su extinción. Asimismo, procuró asegurarles la tenencia de sus tierras:

Los indígenas que fueron despojados de sus tierras en tiempos del gobierno español, para recompensar con ellas a los llamados pacificadores de la revolución del año 14, se les compensará en el repartimiento que se haga de las tierras de comunidad con un tercio más de terreno que el que se asigne a los demás que no hayan experimentado este perjuicio. (Decreto del Libertador, Cuzco, el 4 de julio de 1825).

Estas medidas en beneficio de las mayorías más desprotegidas y explotadas, sin duda, le acarreó al Libertador Simón Bolívar el odio enconado de la élite peruana.

Bolívar, Libertador

Hoy, doscientos años después, Perú sigue en su laberinto. Bolívar, como símbolo de los pueblos, reimpulsará la fuerza telúrica que cambiará la configuración geopolítica del mundo. Nos toca en Latinoamérica asumir el protagonismo en este ciclo bicentenario (1824-2024). Que esta celebración de los doscientos años de la batalla de Ayacucho, donde se definió la suerte de Suramérica y se derrotó militarmente al imperio español, nos encuentre unidos y ejerciendo el derecho a definir nuestro destino.

Anabel Díaz Aché

Fuentes consultadas:

De Sucre, A. J. (2009). «Si Ud. no viene, esto no lo compone nadie (Lima, 7 de mayo de 1823)» y «Mi simple opinión respecto a la moral del ejército (15 de mayo de 1823)». En De mi propia mano (Ed.), pp. 135-145 y 147-153. Caracas: Fundación Biblioteca Ayacucho. https://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20191121035034/De_mi_propia_mano.pdf.

Farley Rodríguez, D. (2018, 20 de septiembre). Documentos relacionados con la Entrevista de Guayaquil. Banrepcultural. La red cultural del Banco de la República en Colombia. https://www.banrepcultural.org/coleccion-bibliografica/especiales/documentos-relacionados-con-la-entrevista-de-guayaquil.

O’Phelan Godoy, S. (2021). Bolívar en los laberintos políticos del Perú, 1823-1826. Procesos. Revista Ecuatoriana de Historia (53), 136-166. https://doi.org/10.29078/procesos.v.n53.2021.2560.