Yo prefiero y quiero creer en los Campeones del Mundo, porque se han ganado a carta cabal el apoyo de una afición a la que le han dado los mayores éxitos de la historia de nuestro fútbol, yo creo en una Selección que como dijo Luis Aragonés en el vestuario de Viena, “le han metido hostias de todos los colores” yo creo en un portero como Iker Casillas que ha levantado dos Eurocopas y un Mundial a base de parar penaltis y salvar goles cantados, yo creo en un Xavi Hernández que ha dado clases magistrales de fútbol con la Roja, yo creo en un Diego Costa que ha tenido los arrestos de renunciar a jugar el Mundial de Brasil con la “canarinha” para partirse el pecho por la Selección Española, yo creo en un Vicente del Bosque que con humildad ha sabido llevar a la Selección a cotas casi impensables. Hay quien no cree, hay quien ha renunciado, también los hubo cuando se perdió con Suiza en Sudáfrica, hay quien no creyó y renunció incluso cuando fuimos Campeones del Mundo. Mejor que no estén, no suman, no aportan, no apoyan y ahora ha llegado el momento de estar, de sumar y de apoyar, ha llegado el momento en el que la Selección ha caído y por lo tanto, el momento de levantarla. Será difícil, no sabemos bien como se hará, llevamos muchos años acostumbrados a ganarlo todo, sea de la manera que sea, el siguiente partido lo tenemos que ganar TODOS.
La Selección Española ha sufrido una de las mayores derrotas no solo en los últimos años, también en su larga historia mundialista. Holanda ha sido claramente superior y por tanto justo vencedor del encuentro, a España se le pone cuesta arriba la clasificación. Discutible la actuación de todos los jugadores que Del Bosque ha puesto en el terreno de juego, discutibles sus cambios o su planteamiento. Pero ya, hasta ahí.Resultaba patético y lamentable las críticas a un equipo que recién había ganado la Eurocopa de 2012 en Kiev, aún ganando, los oportunistas que solo catalogan los triunfos del Equipo de todos según la participación de los jugadores de sus clubes, criticaban sin medida y con toda la injusticia posible la labor de un colectivo que estaba haciendo historia y por encima de todo, el trabajo de un entrenador que a pesar de ser Campeón del Mundo y de Europa, no se le permitía el más mínimo fallo y se le criticaba toda decisión que tomase. Todos estos oportunistas no han parado en estos últimos 6 años de ningunear y desprestigiar a un equipo que ha conseguido los mayores éxitos del fútbol nacional en toda la historia, mientras, en el resto del mundo veían con envidia y respeto el trabajo, los logros y el juego de nuestra Selección. El debut de los Campeones del Mundo, repito, los Campeones del Mundo, en el Mundial de Brasil, no ha sido precisamente el esperado, pero si ha sido el esperado por aquellos que no quieren ver a Casillas ni en los cromos, lo han visto sufrir, lo han visto fallar, lo han visto superado. Es el momento de atacar al Capitán, háganlo tranquila y despiadadamente, han estado mucho tiempo tragando, todo el tiempo que Iker ha estado luchando y dando lo mejor de sí por esta Selección, y ha sido mucho, será mucho. Es el momento de atacar a todo aquel jugador que no sea de la simpatía de los oportunistas porque sencillamente no es de su club, es el momento de pedir un relevo generacional, un relevo que más pronto que tarde también sufrirá las críticas desmedidas y la ira de dichos “aficionados”. Disfruten de este momento, aprovechen para pedir cabezas, entiendo que han estado mucho tiempo haciéndolo con la boca pequeña.
Yo prefiero y quiero creer en los Campeones del Mundo, porque se han ganado a carta cabal el apoyo de una afición a la que le han dado los mayores éxitos de la historia de nuestro fútbol, yo creo en una Selección que como dijo Luis Aragonés en el vestuario de Viena, “le han metido hostias de todos los colores” yo creo en un portero como Iker Casillas que ha levantado dos Eurocopas y un Mundial a base de parar penaltis y salvar goles cantados, yo creo en un Xavi Hernández que ha dado clases magistrales de fútbol con la Roja, yo creo en un Diego Costa que ha tenido los arrestos de renunciar a jugar el Mundial de Brasil con la “canarinha” para partirse el pecho por la Selección Española, yo creo en un Vicente del Bosque que con humildad ha sabido llevar a la Selección a cotas casi impensables. Hay quien no cree, hay quien ha renunciado, también los hubo cuando se perdió con Suiza en Sudáfrica, hay quien no creyó y renunció incluso cuando fuimos Campeones del Mundo. Mejor que no estén, no suman, no aportan, no apoyan y ahora ha llegado el momento de estar, de sumar y de apoyar, ha llegado el momento en el que la Selección ha caído y por lo tanto, el momento de levantarla. Será difícil, no sabemos bien como se hará, llevamos muchos años acostumbrados a ganarlo todo, sea de la manera que sea, el siguiente partido lo tenemos que ganar TODOS.
Yo prefiero y quiero creer en los Campeones del Mundo, porque se han ganado a carta cabal el apoyo de una afición a la que le han dado los mayores éxitos de la historia de nuestro fútbol, yo creo en una Selección que como dijo Luis Aragonés en el vestuario de Viena, “le han metido hostias de todos los colores” yo creo en un portero como Iker Casillas que ha levantado dos Eurocopas y un Mundial a base de parar penaltis y salvar goles cantados, yo creo en un Xavi Hernández que ha dado clases magistrales de fútbol con la Roja, yo creo en un Diego Costa que ha tenido los arrestos de renunciar a jugar el Mundial de Brasil con la “canarinha” para partirse el pecho por la Selección Española, yo creo en un Vicente del Bosque que con humildad ha sabido llevar a la Selección a cotas casi impensables. Hay quien no cree, hay quien ha renunciado, también los hubo cuando se perdió con Suiza en Sudáfrica, hay quien no creyó y renunció incluso cuando fuimos Campeones del Mundo. Mejor que no estén, no suman, no aportan, no apoyan y ahora ha llegado el momento de estar, de sumar y de apoyar, ha llegado el momento en el que la Selección ha caído y por lo tanto, el momento de levantarla. Será difícil, no sabemos bien como se hará, llevamos muchos años acostumbrados a ganarlo todo, sea de la manera que sea, el siguiente partido lo tenemos que ganar TODOS.