Finalmente, la autoridad japonesa en seguridad nuclear ha reconocido que el accidente nuclear de la central atómica de Fukushima Daiichi es grave, ha alcanzado el nivel siete, esto es, el máximo en la escala INES (escala internacional de sucesos nucleares y radiológicos) de la OIEA (organización internacional de energía atómica). Esta escala es un instrumento empleado en todo el mundo para valorar desde el punto de vista de la seguridad los sucesos radiológicos y nucleares relacionados con la industria nuclear civil. Desde hoy, el accidente de Fukushima se situa al mismo nivel que el de Chernóbil, sucedido en 1986. Este reconocimiento indica que es un accidente que ha afectado a personas y al medio ambiente, con liberación grave de material radiactivo que pone en riesgo la salud en general, el medio ambiente y que requiere la aplicación de las contramedidas previstas. La agencia ha informado a los reporteros que grandes cantidades de sustancias radiactivas se están extendiendo en varias áreas entorno a la central. La misma agencia informa también que la radiación es la décima parte de la liberada en el accidente sufrido por la central nuclear de Chernóbil y que sus mediciones indican que la planta ha liberado 370 mil terabequerelios de iodo-131 y cesio-137, alcanzando la contaminación un total estimado de 630 mil terabequerelios. La agencia oficial Hidehiko Nishiyama indica que mientras en Chernóbil se confirmó el fallecimiento, por exposición aguda a la radiación, de 29 personas aquí aún no hay ningún caso confirmado. Resulta obvio que esto se debe a las diferentes características de este accidente, porque aquí la contaminación radiactiva está siendo liberada de un modo más gradual que en el accidente ocurrido en Ucrania. Actualmente, las autoridades niponas están evacuando a los residentes a 40 km de la central, se ha tenido que ampliar el perímetro inicial de seguridad de 30 km debido a la detección de altos niveles de radiación en localidades situadas a más de esa distancia de la planta nuclear. ¿ Volverá la minería de uranio a España ? Después de este desastre surgen preguntas que a nivel nacional y mundial son bastantes concretas, sobre todo si tenemos en cuenta los fuertes intereses económicos y políticos que hay detrás. Por ejemplo, hasta no hace mucho se consideraba que la vida útil de una central atómica era de unos 40 años. Sin embargo, ahora hay quien plantea que se puede alargar perfectamente hasta ¡los 70 años!...es decir, no se quieren cerrar centrales y mantener las antiguas conlleva riesgos, como estamos viendo en Japón, además hay planes, en varios países, para construir nuevas centrales nucleares, pero resulta que los mayores productores mundiales de uranio: Australia, Canadá y Kazajstán, están al límite y ya no pueden satisfacer la creciente demanda. En España cerramos la última mina en 2002 porque entonces no se podía competir con el mineral obtenido por los grandes productores mundiales, sin embargo, ahora vuelve a ser rentable y hay varios proyectos en marcha para reiniciar esta actividad minera. De hecho parece ser que tenemos unas reservas interesantes para la industria nuclear. En EE.UU. la administración Obama planea reciclar material de las armas nucleares para emplearla en las centrales sin que se haya firmado ningún nuevo tratado de desarme, y a nuestros vecinos del norte el año pasado les vendimos más electricidad de la que nos vendieron ellos, algo poco habitual hasta entonces. Ahora exportamos electricidad a nuestros tres vecinos (Francia, Portugal y Marruecos). Este invierno Francia ha sufrido problemas de suministro de uranio y les hemos vendido bastante electricidad. En el mundo hay planes para abrir muchas centrales para las que se necesitará tanto combustible nuclear que no se sabe de dónde va a salir, por eso parece que las presiones para reabrir minas en nuestro país aumentarán bastante. Entre el peak oil, el peak uranium y demás, da la sensación de que la superpoblación humana (ya somos 7 mil millones) está llevando al límite las posibilidades de abastecimiento energético del mundo, vamos que los humanos después de todo no somos capaces de obtener tanta energía. No parece razonable que las reservas españolas puedan satisfacer la gigantesca demanda que se está generando, ¿ qué sentido tiene volver a extraer uranio ?. Si se hace será a costa de contaminar y de facilitar que se reproduzcan situaciones como la de Fukushima para que finalmente tan sólo se beneficien unos pocos. Volver a abrir las minas no parece una buena solución, sino más bien una medida desesperada para mantener una industria abocada al fracaso. Un saludo
Ahora que Fukushima es un accidente de nivel 7 (máximo), ¿volverá la minería de uranio a España?
Publicado el 12 abril 2011 por PedrolmendezFinalmente, la autoridad japonesa en seguridad nuclear ha reconocido que el accidente nuclear de la central atómica de Fukushima Daiichi es grave, ha alcanzado el nivel siete, esto es, el máximo en la escala INES (escala internacional de sucesos nucleares y radiológicos) de la OIEA (organización internacional de energía atómica). Esta escala es un instrumento empleado en todo el mundo para valorar desde el punto de vista de la seguridad los sucesos radiológicos y nucleares relacionados con la industria nuclear civil. Desde hoy, el accidente de Fukushima se situa al mismo nivel que el de Chernóbil, sucedido en 1986. Este reconocimiento indica que es un accidente que ha afectado a personas y al medio ambiente, con liberación grave de material radiactivo que pone en riesgo la salud en general, el medio ambiente y que requiere la aplicación de las contramedidas previstas. La agencia ha informado a los reporteros que grandes cantidades de sustancias radiactivas se están extendiendo en varias áreas entorno a la central. La misma agencia informa también que la radiación es la décima parte de la liberada en el accidente sufrido por la central nuclear de Chernóbil y que sus mediciones indican que la planta ha liberado 370 mil terabequerelios de iodo-131 y cesio-137, alcanzando la contaminación un total estimado de 630 mil terabequerelios. La agencia oficial Hidehiko Nishiyama indica que mientras en Chernóbil se confirmó el fallecimiento, por exposición aguda a la radiación, de 29 personas aquí aún no hay ningún caso confirmado. Resulta obvio que esto se debe a las diferentes características de este accidente, porque aquí la contaminación radiactiva está siendo liberada de un modo más gradual que en el accidente ocurrido en Ucrania. Actualmente, las autoridades niponas están evacuando a los residentes a 40 km de la central, se ha tenido que ampliar el perímetro inicial de seguridad de 30 km debido a la detección de altos niveles de radiación en localidades situadas a más de esa distancia de la planta nuclear. ¿ Volverá la minería de uranio a España ? Después de este desastre surgen preguntas que a nivel nacional y mundial son bastantes concretas, sobre todo si tenemos en cuenta los fuertes intereses económicos y políticos que hay detrás. Por ejemplo, hasta no hace mucho se consideraba que la vida útil de una central atómica era de unos 40 años. Sin embargo, ahora hay quien plantea que se puede alargar perfectamente hasta ¡los 70 años!...es decir, no se quieren cerrar centrales y mantener las antiguas conlleva riesgos, como estamos viendo en Japón, además hay planes, en varios países, para construir nuevas centrales nucleares, pero resulta que los mayores productores mundiales de uranio: Australia, Canadá y Kazajstán, están al límite y ya no pueden satisfacer la creciente demanda. En España cerramos la última mina en 2002 porque entonces no se podía competir con el mineral obtenido por los grandes productores mundiales, sin embargo, ahora vuelve a ser rentable y hay varios proyectos en marcha para reiniciar esta actividad minera. De hecho parece ser que tenemos unas reservas interesantes para la industria nuclear. En EE.UU. la administración Obama planea reciclar material de las armas nucleares para emplearla en las centrales sin que se haya firmado ningún nuevo tratado de desarme, y a nuestros vecinos del norte el año pasado les vendimos más electricidad de la que nos vendieron ellos, algo poco habitual hasta entonces. Ahora exportamos electricidad a nuestros tres vecinos (Francia, Portugal y Marruecos). Este invierno Francia ha sufrido problemas de suministro de uranio y les hemos vendido bastante electricidad. En el mundo hay planes para abrir muchas centrales para las que se necesitará tanto combustible nuclear que no se sabe de dónde va a salir, por eso parece que las presiones para reabrir minas en nuestro país aumentarán bastante. Entre el peak oil, el peak uranium y demás, da la sensación de que la superpoblación humana (ya somos 7 mil millones) está llevando al límite las posibilidades de abastecimiento energético del mundo, vamos que los humanos después de todo no somos capaces de obtener tanta energía. No parece razonable que las reservas españolas puedan satisfacer la gigantesca demanda que se está generando, ¿ qué sentido tiene volver a extraer uranio ?. Si se hace será a costa de contaminar y de facilitar que se reproduzcan situaciones como la de Fukushima para que finalmente tan sólo se beneficien unos pocos. Volver a abrir las minas no parece una buena solución, sino más bien una medida desesperada para mantener una industria abocada al fracaso. Un saludo