“Ahora que sólo somos incendio” es un libro con un diseño de cubierta espectacular que no se corresponde con el contenido un tanto mediocre (en el sentido, diría yo, de inmaduro), un conjunto de poemas donde apenas se encuentran retazos de poesía: lo que sí hay es un buen puñado de juegos de palabras, rimas fáciles en consonante, emociones almibaradas de amor preadolescente y toda la parafernalia de poesía “instagram” que demandan las nuevas generaciones. Adjetivos con filtro “valencia” para salir del paso con la primera idea que se viene a la cabeza. No lo recomiendo en general (el efecto de esta lectura es puro placebo, cualquier lector exigente comprobará que el contenido es relleno inservible) pero, insisto… mirad qué cubierta más bonita, está realizada por Nuria Bardón Casado.
VOY A SALIR A MI ENCUENTRO
Soy dos pasos que se mezclan con la gente.
Varias huellas que se borran
pero la piel sigue tatuándose donde siempre.
Soy un gato que maúlla detrás de la puerta
pero huye si ve la caricia enfrente.
A centímetros del miedo siempre he querido más fuerte.
Soy un puñado de recuerdos que se quieren revivir.
Un corazón que espera
aunque nadie vaya a venir.
Una vela que ha aprendido
que un soplo apaga más
de lo que dice cumplir.
*
Cierra el libro.
Tú deberías dejar de leer esta historia
y yo debería dejar de escribirla.
Pero antes quiero pedirte un último favor.
Sonríe,
colorea el mundo
aunque yo no sea el motivo.