En mi anterior nota decía que si se pudiesen suprimir de un plumazo todas las inmensas tonterías que se llevan soltadas en todas partes y por todas las partes en relación con el problema catalán, estaríamos en mucha mejor disposición para solucionarlo. Pero parece que el concurso para decir la mayor burrada imaginable continúa.
El refrán castellano “reunión de pastores, oveja muerta”, en Catalunya es de aplicación perfecta en relación con la FAES, porque es difícil que en una reunión de dicha fundación no se insulte, se difame o se digan barbaridades en relación con Catalunya y los catalanes. En el Campus 2014 de FAES, como ya es tradición, se han dicho muchas burradas, pero una de las que se lleva la palma la soltó el Presidente de la Generalitat Valenciana Alberto Fabra, que hizo repicar todas las señales de alarma porque (aunque alguno no se lo crea, según toda la prensa, lo que viene a continuación es lo que dijo) si el PP no gana las siguientes elecciones en Valencia y se forma un tripartito (PSPV, Compromis y EUPV) “procatalanista”, no solo facilitarían que la “agitación independentista” de Catalunya “prendiera” en Valencia y hasta en Baleares, sino que acabaría afectando a España e incluso a Europa. El Sr. Fabra no lo mencionó, pero se supone que los valencianos que en el 2015 vayan a votar por el antídoto PP contra el cáncer catalanista lo tendrán que hacer tapándose la nariz para poder soportar el hedor de un partido que no solo ha cometido casi todas las irregularidades, negligencias, “desvíos” de fondos, y otras barbaridades posibles, sino que mantiene a los responsables de sus manejos en sus puestos, empezando nada menos que por Juan Cotino, Presidente de las Cortes Valencianas, mojado en un montón de asuntos incluyendo el accidente del metro del que se cumple el octavo aniversario. Pero lo importante es parar el catalanismo imperialista e invasor, aunque para ello se tenga que seguir soportando el pestazo.
Hasta ahora estaba preocupado porque en Madrid no entienden lo que está ocurriendo en Catalunya, porque nuestros políticos y funcionarios solo saben solucionar problemas a través del B.O.E., y como ocurre casi siempre, cuando el B.O.E. no soluciona nada, se quedan parados insistiendo en su capacidad normativa, con la sensación del deber cumplido y de que los que incumplen y la razón de que el problema no se solucione son los demás, pero lo de Valencia es peor, mucho peor. Según el Presidente Fabra lo del independentismo catalán es en realidad un virus sumamente contagioso, que de no confiar plenamente en el PP, único antídoto posible, se extenderá primero a Valencia y Baleares que también querrán independizarse de España, después a España, cuyos habitantes también exigirán la independencia de España, y finalmente a Europa donde todos a una proclamarán su independencia de España. El comentario del Sr. Fabra solo puede tomarse a cachondeo.
He mencionado varias veces que casi todos los partidos, pero en especial PP y UPyD, utilizan, siempre con éxito, la catalanofobia latente en demasiados españoles para ganar o recuperar votos perdidos, pero lo del PP valenciano ya es de órdago o de libro Guinness de los records. Lo del catalanismo imperialista, agresivo e invasor no es nuevo, no solo tiene al menos varias décadas de antigüedad y ya ha sido utilizado en profusión por el PP sino que fue uno de los pilares en que se basó el PP para ganar primero la alcaldía de Valencia en 1991 y después las Cortes y la Generalitat en 1995, lo que ocurre es que desde entonces ha pasado largas temporadas en el desván del PP en Valencia porque ya que no les hacía falta, excepto para usos ocasionales, porque el PP consiguió inocular a los valencianos otro virus que les impide ver sus fechorías y cuyos efectos han durado casi 20 años en los que han barrido.
Por razones varias siempre he tenido cierta relación con Valencia que me ha obligado a realizar frecuentes y muy agradables visitas a la ciudad y la CCAA, y ya antes de que Rita Barberá ganase las elecciones al Ayuntamiento de Valencia en 1991 tuve que soportar múltiples referencias e incluso alguna crítica airada al imperialismo catalán, que el PP ya utilizó como una de sus plataformas para ganar la alcaldía, como casi siempre sin la oposición e incluso con la conformidad de los socialistas, pero entre 1991 y 1995 en que el PP venció en las elecciones y ocupó el Poder en las Cortes y la Generalitat Valencianas para ya no soltarlo, el ataque fue constante y muy virulento. Los catalanes que visitábamos Valencia éramos la imagen viva de una invasión imperialista de la Catalunya de los JJOO de Barcelona 92, que se iba a comer con patatas Valencia entera si el PP no lo impedía.
La indecente utilización por el PP de la catalanofobia autonombrándose defensor de Valencia frente a la agresión catalana, que utilizan siempre que necesitan mejorar sus resultados, me recuerda un viejo chiste, el del tipo que va por la calle con un matamoscas dando violentos golpes al aire a diestro y siniestro, hasta que alguien le pregunta “¿Por qué da estos golpes al aire?”, “Para asustar a los rinocerontes”, contesta, “¡¡Pero si no hay!!”, “¡¡¡Ve cómo funciona!!!” responde, y continua con los golpes. Pues el antídoto PP también funciona porque a pesar de los años transcurridos, de la invasión catalana de Valencia no hay ni el más mínimo rastro, por las mismas razones que asustan a los rinocerontes.
Ahora, ante el resultado de las europeas y de las encuestas que indican una espectacular caída de la intención de voto al PP, el Sr. Fabra ha subido al desván y ha desempolvado el peligrosísimo imperialismo catalán empeorado ahora por el independentismo, mucho más dañino que las corrupciones y corruptelas de su partido.
Como que las desgracias nunca vienen solas, en el mismo Campus FAES 2014 Dn. Manuel Aragón Reyes, ex Magistrado del Tribunal Constitucional, decisivo en el vergonzoso fallo sobre el Estatut, dio una conferencia en la que soltó más de un esperpento, confirmada posteriormente en una entrevista en El País. Después de un larguísimo proceso plagado de todo tipo de manejos, inhabilitaciones incongruentes incluidas, el T.C. llegó a un fallo que no resiste el análisis de un constitucionalista aficionado, que, en mi opinión y la de muchos dentro y fuera de Catalunya, a cualquier jurista serio le habría hecho caer la cara de vergüenza y no volver a mencionar el pastel en su vida, este señor no solo lo menciona sino que dice:
“El grave error fue el Estatuto de Cataluña, no nuestra sentencia”. Lo de siempre: el error está donde yo no estoy.
“La gente sale a la calle llamada por algunos. No existe la espontaneidad”. Los independentistas son capaces de organizar una manifestación de un millón y medio de personas, que suponen cerca del 20% de la población de Catalunya, en cadena a lo largo de 400 kilómetros, pero según el Sr. Aragón fracasaron porque la Vía Catalana tenía que haberse producido de manera espontánea, sin que nadie la organizase, aunque es seguro que incluso si se hubiese producido de esa imposible manera, aún así el Sr. Aragón y los que le acompañaban en su conferencia de FAES, habrían encontrado una razón, según ellos de peso, para descalificarla.
“Con altura de miras, se pueden resolver los problemas territoriales”. A los catalanes que preferimos una solución al problema distinta de la independencia, nos encantaría que el Sr. Aragón, los que piensan como el Sr. Aragón y los que acompañaban al Sr. Aragón en su conferencia en FAES empezasen a mirarse el problema Catalán desde el suelo raso y con los pies en tierra firme, sin necesidad de subirse a ninguna altura, pero dejando de observarlo solo desde las cloacas. Solo con subir hasta el suelo raso ya le estarían haciendo un favor al país porque cesarían en su incesante labor de convencer cada vez a más y más catalanes que con esta gente no hay nada a hacer o a esperar, y la única solución es la independencia, que además nos permitiría pasarlo bien viéndoles hacer sus habituales e inmensas chorradas y gilipolleces desde el otro lado de la frontera.