“AHORRA QUE LO PIENSO…”. Los españoles buscan cómo ahorrar en época de crisis.

Publicado el 18 enero 2012 por El Tridente

Recién llegados a este nuevo año, 2012 se presenta como el año del ahorro obligatorio o más bien impuesto a base de recortes. Son muchas las personas que se estrujan el cerebro intentando pensar de qué forma pueden llegar a fin de mes, sin pasar demasiadas penurias, agudizando el ingenio. Pero sí les cuesta pensar porque tienen poco pelo y les llega el frío a la cabeza, o simplemente no están muy capacitados para ello, la página web http://www.comuto.es tiene algunas ideas para llevar mejor este año,  iniciativas que podemos leer en el diario www.heraldo.es .

En primer lugar me gustaría resaltar la iniciativa de colaborar en la gestión de nuestros recursos automovilísticos, o lo que es lo mismo compartir el coche en los desplazamientos. Ir al trabajo con algunos compañeros que vivan en la zona es la mejor manera de optimizar el gasto y reducirlo considerablemente. Claro que a cambio tienes que pagar el precio del mal olor de Carlos el informático, el pelo casposo de Juani la de contabilidad y los chistes malos y comentarios políticos peores de Norberto, la mano derecha del jefe.

Otra de las siguientes medidas importantes a tener en cuenta podría ser la del ahorro doméstico. ¿Sabían ustedes que pequeños gestos diarios en nuestras casas pueden ahorrar hasta un 10% en las facturas mensuales de agua y luz? Algunos de ellos pasan por ducharnos en vez de bañarnos, aunque haya personas que aquí es donde más ahorren puesto que el agua no la ven ni de lejos. O también si desenchufamos los aparatos electrónicos que se quedan en modo standby o modo de espera, reduciremos nuestra factura de la luz. No hagan como yo que para ahorrar, viví durante tres meses sin luz en casa porque leí una vez que el ojo humano se acaba adaptando a la oscuridad. Y la verdad es que el artículo aquel no estaba desencaminado porque por último algo veía, lo que no decía nada sobre los moratones en las canillas y las rodillas que te salían por culpa de no ver donde estaban las sillas y las esquinas.

Más técnicas de ahorro. Algo que no hacemos nunca y que nos puede reducir los gastos también es revisar las facturas. No me refiero a que cojan todas las facturas que guardan desde 1963 y miren si se les ha pasado algo por alto. Les hablo de ojear las facturas que nos dan en el momento de pagar en cualquier lugar, ya sea un supermercado o un bar donde nos hemos tomado un refresco. Recuerdo que estando con unos amigos en una terraza a la hora de pagar las cuatro consumiciones que nos habíamos tomado, al pedir la cuenta esta alcanzó la cifra de 250 euros. Menos mal que uno de mis amigos es avispado, el resto no lo somos, y avisó al camarero de que se había olvidado incluirnos las aceitunas. Sobre los 250 euros, fue el camarero quien se fijó en su error al apretar en la caja registradora un cero de más.

Así que más vale que seamos objetivos y optimicemos nuestros recursos, sobre todo cuando sabemos que la cosa irá a peor y que pagaremos más cobrando menos. Yo ya por si acaso me he abierto un fondo de inmersiones, y he dicho bien, inmersiones. Así si me quedo sin un duro, estoy hasta el cuello de deudas y no veo salida, al menos tendré reservado mi huequito en el mar, para tirar un bloque de cemento con una soga atada al tobillo y hacerlo sin que me denuncien por ensuciar el ecosistema.

Esta es la crónica habitual, de un día como otro cualquiera…

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