Ahorrar desde 1912 al 2012: ¿mejor con billetes o con monedas de oro?

Publicado el 10 julio 2012 por Lingoro

El siguiente es un análisis interesante que realiza un escritor de un medio online llamado Ágora vox, acerca de las diferencias entre ahorrar con billetes emitidos por los gobiernos y las monedas de oro.  Mediante este relato podemos ver que el oro siempre ha mantenido su valor, mientras que las monedas de papel desaparecen, o se devalúan al antojo de los gobiernos.

Y empieza así:

<<El 24 de junio de 1912, un valiente obrero llamado Anatole ahorra la suma de 100 francos, para sus descendientes. Le pagan 5 francos por día para 10 horas de trabajo como obrero tipográfico en una imprenta. Es un buen salario, ya que muchos otros ganan menos: un obrero carpintero o un obrero no especializado ganan 3 francos por día, una costurera 2 francos y un obrero agrícola, 1,5 francos.

El pan de 1 kg vale 0,40 francos. Esos 100 francos representan así el salario de 20 días y también 250 kg de pan. A razón de un día de paga que ahorre por mes, ha tenido que ahorrar más de un año y medio (20 meses) para juntar esos 100 francos.

Para el ahorro, hay tres soluciones:

- billetes, por ejemplo, 2 billetes de 50 francos « rosa y azul »

- monedas de plata, por ejemplo, 20 monedas de 5 francos « Escudo », o sea 500 g de plata con una ley de 900 milésimas

- monedas de oro, por ejemplo, 5 monedas de 20 francos « Napoleón», o sea 32,25 g de oro con una ley de 900 milésimas.

Como obrero tipógrafo, Anatole está fascinado por el nuevo billete de 100 francos del Banco de Francia, diseñado por Luc-Olivier Merson. Es el primer billete policromo en circulación. Con respecto a los viejos billetes monocromos negros, azules, violetas o incluso bicolores azul y rosa, ¡qué revolución! Es así que decide optar con total seguridad por la modernidad y coloca ese billete nuevo debajo de su pila de sábanas.

Entre las dos guerras, el billete de 100 francos « Merson » queda debajo de las sábanas, pero pierde valor ya que el alza de precios es importante. Para compensar la inflación Poincaré devalúa brutalmente el franco por medio de la ley del 25 de junio de 1928, que divide por cinco su valor en oro: el franco vale, a partir de ese momento, 65,5 mg de oro con una ley de 900 milésimas.

El valor anterior del franco, llamado franco Germinal, había sido definido por la Convención en 1795 y luego por la ley de 7 germinal año XI (27 de marzo de 1803). El franco Germinal equivalía a 5 g de plata con una ley de nueve décimas, y también a 322,58 mg de oro a nueve décimas (es decir, una relación oro/plata de 15,5). Es por eso que la moneda de 20 francos de oro pesaba 0,32258 x 20 = 6,4516 g desde la revolución hasta la devaluación de 1928.

Es así como, en 1928, las monedas de oro y de plata, cuyo valor en metal precioso se ha hecho cinco veces más fuerte con respecto al valor facial, son desmonetizadas y retiradas de la circulación (o tesorizadas). Pero los billetes siguen siendo válidos, y Anatole deja sus 100 francos « Merson » debajo de su pila de sábanas.

En octubre de 1936, el franco vuelve a ser devaluado y se decide que, desde ese momento, puede fluctuar entre 43 y 49 mg de oro con una ley de 900 milésimas. Luego, a comienzos de 1939, tras una nueva devaluación, el valor oro se define en 27,5 mg con una ley de 900 milésimas.

Con la guerra, la caída continúa, y en febrero de 1940 el franco no vale más que 23,34 mg de oro con una ley de 900 milésimas (es decir, 21 mg de oro fino).

Con la liberación llega el desorden. Billetes pre-guerra, billetes emitidos por el Estado Francés, y billetes emitidos por los norteamericanos, todos juntos. El 4 de junio de 1945, se retiran de la circulación todos los billetes con un valor superior o igual a 50 francos. Ese intercambio masivo contra  cortes de reserva de 300 y 5000 francos, se realizó en 12 días en toda Francia. Más tarde, cuando se imprimieron los nuevos billetes de 100 francos « Joven campesino », el hijo de Anatole se quedó con uno que colocó debajo de la pila de sábanas.

Tras la guerra, la inflación se hace cada vez peor, y el poder de compra de un billete de 100 francos se viene abajo. Dos nuevas devaluaciones tienen lugar en 1945 y 1949.

Tras recobrar el poder en 1958, el general de Gaulle anuncia la creación de un « franco pesado » que confía a su ministro de finanzas, Antoine Pinay, y al economista Jacques Rueff. El 27 de diciembre de 1958 una ordenanza implementa el « nuevo franco », igual a 100 francos viejos. Como el viejo franco valía 1,8 mg de oro fino en ese momento (33 veces menos que el franco Poincaré de 1928, y 12 veces menos que en 1940), el nuevo franco vale entonces 180 mg de oro fino.

Las viejas monedas y billetes siguen siendo válidos algún tiempo, pero la cifra inscrita en su faz vale ahora centavos de franco. El nieto de Anatole cambia así el billete de 100 francos viejos « Joven campesino» que le ha legado su padre, a cambio de una reluciente moneda de 1 franco « Sembradora » de níquel. La moneda le parece muy bella y brillante. Y la coloca debajo de la pila de sábanas.

El valor del nuevo franco es una vez más devaluado un poco en 1969 y pasa a 160 mg de oro. Luego la referencia con el oro es abandonada e incluso prohibida por los acuerdos de Kingston en 1976.

Durante los años 70 a 90, la inflación sigue presente y se producen algunas devaluaciones suplementarias. En el año 2000, la moneda de 1 franco « Sembradora » sigue teniendo curso legal.

Finalmente, después de 17 devaluaciones del franco en el transcurso del siglo 20, llegamos a la gran revolución del pasaje al euro: las monedas y billetes se pone en circulación el 1ro de enero de 2002. Los franceses tienen 6 meses para intercambiar sus francos en todos los bancos, y luego 3 años más para las monedas y 10 años para los billetes en el Banco de Francia.

En enero de 2002, el bisnieto de Anatole saca la moneda de 1 franco « Sembradora » de debajo de las sábanas y va a cambiarla por euros: 1 moneda de 10 centavos, más una moneda de 5 centavos. Vuelve a colocar las 2 monedas debajo de la pila de sábanas.

Y más tarde, el 24 de junio de 2012, el tataranieto de Anatole, que tiene 60 años, piensa que la fecha aniversario es conveniente y le dice a su hijo:

- Pierre, te tengo que transmitir algo. Hace exactamente un siglo, tu tatarabuelo Anatole ahorró 100 francos. En esa época, era una suma importante. Todos sus descendientes han conservado cuidadosamente esa suma y ha sido transmitida de generación en generación, en forma de billetes y luego de monedas, pasando por dos guerras mundiales y varios cambios de moneda. Hoy te entrego solemnemente el equivalente a los 100 francos del principio: 15 centavos de euro. Ahora es tu deber conservarlos y transmitírselos a tus hijos, para perpetuar la tradición familiar.

- Pero papá, ¿qué quieres que haga con 15 centavos? ¡No alcanzan ni para pagar un cuarto de baguette! ¡Con eso, puedo comprar apenas 40 gramos de pan!

CONCLUSION

Hoy, en 2012, Pierre, un obrero que cobra el salario básico gana 50 euros por día por 7 horas de trabajo. Gana 1100 euros por mes por 22 días trabajados.

1 kg de pan cuesta 4 euros, y para ganar 250 kg hacen falta 1000 euros. Ahorrando 1 día de salario por mes, como su tátara -tátara abuelo Anatole, debe ahorrar durante 20 meses.

Sin embargo, si su ancestro hubiera ahorrado sus 100 francos en 20 monedas de 5 francos de plata « Escudo », él tendría ahora unos 340 euros, en lugar de 15 centavos. Con eso, podría comprar 85 kg de pan.

Pero si su ancestro hubiera ahorrado sus 100 francos en 5 monedas de 20 francos de oro « Napoleón », él tendría aproximadamente 1300 euros. Eso representa 26 días de salario, y más de 2 años de ahorros (26 meses). Con todo ese dinero, podría comprar 325 kg de pan…>>

Por: Lizette Paternina