Escrito por Almudena Perez, de Preahorro.
Ahorrar más y mejor. Este es el sueño de miles de personas. Tanto es así que al 83% de los participantes de las encuestas sobre ahorro les gustaría ahorrar más todos los años. No todo el mundo lo consigue y lo peor es que no saben que tienen el enemigo en casa. El mayor escollo para conseguir tus objetivos financieros eres tú mismo.
El ser humano está biológicamente diseñado para buscar la recompensa inmediata y no para pensar a largo plazo. Llevamos miles de años haciéndolo y cambiar esa dinámica requiere un gran esfuerzo de voluntad. Los niños son el mejor ejemplo. En 1972 la Universidad de Stanford realizó un experimento que cada cierto tiempo repiten diferentes centros de investigación.
Su nombre original era “Marshmallow experiment”. El experimento consistía en meter a un niño en una habitación y dejar una chuchería encima de la mesa. El niño podía comerse el caramelo en cualquier momento, pero si esperaba cinco minutos hasta que el investigador regresase, podría tomar dos chucherías. El doble de recompensa por unos pocos minutos.
¿Qué crees que pasó? Pues que la mayoría optó por comer el caramelo. Sólo un 30% aguantó el tiempo suficiente. Si crees que es cosa de niños párate a pensar en las veces que no has sido capaz de mantener una dieta o las veces que has empezado a ahorrar sin llegar a ninguna parte. La necesidad de tener más y la necesidad de tenerlo ahora está en la propia naturaleza humana.
Si a esto le sumamos la actual cultura hiperconsumista es normal que a mucha le gente le cueste resistir tantos estímulos y gaste más de lo que quiere e incluso de lo tiene. Y es que sólo pensar en ahorrar ya puede ser difícil. Por eso queremos proponerte algo diferente. No queremos que ahorres, queremos que preahorres.
¿Qué es el Preahorro y por qué funciona tan bien?
Preahorrar es una forma de evitar que tu mente te juegue una mala pasada. Preahorrar consiste en pedirle a tu banco que todos los primeros de mes separe una parte de tu sueldo y la ponga automáticamente en una cuenta de ahorro para que no esté ahí y no tengas la tentación de tocarlo. Se trata de evitar que nos pongan la chuchería delante, porque una vez que esté ahí… ¡sabemos que será muy difícil resistirnos!
El truco es sencillo. Si el dinero no llega a tu bolsillo no tienes que hacer el esfuerzo de resistir a la tentación de gastarlo: ahorras automáticamente, sin darte cuenta y sin tener que recurrir constantemente a tu fuerza de voluntad. Al final no es diferente de las veces que has intentado adelgazar: la forma más efectiva es no tener chocolate y cosas de picar en casa.
Pero lo mejor de todo es que los resultados hablan por sí mismo. Quienes preahorran ahorran diez veces más que quienes intentan ahorrar a final de mes. En concreto, destinan una media del 23% a sus ahorros y lo hacen de forma más constante. Al haber automizado el proceso de ahorro lo realmente complicado es dejar de ahorrar porque, para empezar, tienes que volver a dar la orden al banco para cancelar la transferencia mensual y todos sabemos lo que puede costar ponerse en marcha, tanto para lo bueno como para lo malo.
¿Cómo voy a preahorrar si gano muy poco?
¿Si apenas llego a final de mes, cómo voy a preahorrar? Un sueldo bajo suele ser la principal excusa para no ahorrar y es normal. Es complicado pensar en gastar menos cuando estás apurado y dejarlo para más adelante, cuando ganemos un poco más. La realidad es que cuando ganas el doble: gastas el doble. Es lo que se conoce como la espiral de gasto creciente.
Así que deja de engañarte a ti mismo, no hay mejor momento para empezar a preahorrar que ahora. El momento para empezar tu camino hacia la libertad financiera es hoy, no mañana.
La clave es empezar. Hazlo con una cantidad pequeña, 50 euros al mes son suficiente. Haz la prueba, espera tres meses y verás cómo tu vida apenas ha cambiado, como esos 50 euros no marcaban la diferencia dentro de tu esquema de gastos. De hecho, seguro que tras la primera semana ni te das cuenta de que estás preahorrando. Por suerte, tu cuenta de ahorro sí que lo nota y lo refleja. Esto te animará a seguir preahorrando.
Ahora imagina que no preahorras 50 euros, sino que preahorras más. ¿Cuánto? Empieza por un 10% de tus ingresos.
¿Cuánto esfuerzo supone preahorrar?
Preahorrar es infinitamente más fácil que ahorrar de la forma tradicional, controlando todos tus gastos y haciendo un ejercicio de fuerza de voluntad para guardar lo poco que te sobra a fin de mes y además pensar que es muy poco. Esta es una táctica condenada al fracaso a largo plazo porque supone un sacrificio constante.
¿Preahorrar no implica sacrificios? Sí, pero menos. Preahorrar es más fácil porque sólo requiere la fuerza de voluntad inicial para dar la primera orden al banco y un pequeño esfuerzo durante un par de meses.
El primer mes notarás el cambio, pero más que por el dinero que preahorras porque sabes que ganas más dinero pero que no lo tienes disponible. A partir de ahí tu cerebro se adaptará a ese cambio. Te sentirás apretado pero, ¿más que ahora? No, te lo aseguro. El segundo mes será todavía más fácil y el tercero ya ni te acordarás de ese dinero que estás preahorrando y no puedes gastar. De ahí en adelante, tu capacidad de adaptación natural hará el resto.
Estas son las experiencias de quienes han preahorrado antes que tú
¿Y si no quieres esperar hasta tu jubilación para disfrutar de tu dinero?
Preahorrar te permite algo mejor que disfrutar del dinero, te permite disfrutar de la vida AHORA y cuando tengas 70 años.
Gracias al preahorro conseguirás tener más libertad financera y cuando el dinero deja de ser una de tus principales preocupaciones, tu vida cambia a mejor.
¿Quieres saber cómo es la vida cuando preahorras? Descúbrelo a través del testimonio de personas con mucha libertad financiera.
¿Cómo ponerlo en práctica?
Empezar a preahorrar es muy fácil y no te llevará ni cinco minutos, el tiempo que tardas en ir al banco, llamar o conectarse a su página web, lo que tú prefieras, y decirle que cada principio de mes separen parte de tu salario y lo metan en otra cuenta de ahorro. Si no tienes clara la cantidad, haz el cálculo y separa el 10% y si te parece mucho, empieza con un 5%, pero empieza ya.
Si todavía no lo tienes claro, calcula cuál es tu libertad financiera y empieza a actuar y si lo tienes claro, apúntate al programa Objetivo Libertad Financiera.