Ya se han estrenado las dos antologías de terror creadas por Ryan Murphy: American Horror Story y Scream Queens, y su regreso no podía haber sido más diferente. De la primera sabíamos poco: ni su historia, ni su reparto, ni su subtítulo. Sólo un gran número de teasers sin una aparente temática común. Finalmente, tras su estreno el pasado 14 de septiembre, lo que más sorprende de esta sexta temporada no es otra cosa que su sencillez y depuración, muy distinta al barroquismo al que nos tiene acostumbrados.
Los dos primeros capítulos centran casi toda su trama en tres personajes: la pareja formada por Sarah Paulson y Cuba Gooding Jr. y la hermana de este, interpretada por Angela Bassett. Es cierto que por allí también hemos podido ver a Kathy Bates y, muy de pasada, a Lady Gaga. Acostumbrados como estamos a una avalancha de personajes y a un encaje de bolillos para dar espacio a todos los actores que se han sumado a la ficción, esta parece una opción más que acertada.
La historia de esta temporada, subtitulada My Roanoke Nightmare, sigue a un matrimonio de cosmopolitas que se van a vivir al campo para escapar de sus traumas y alquilan la casa que más mal rollo puede dar. Ahí es cuando los fenómenos extraños empiezan a aparecer. Un argumento que nos recuerda, salvando las distancias, a Anticristo de Lars Von Trier. Viendo estos primeros episodios también nos viene a la mente El proyecto de la bruja de Blair, y es que la gran sorpresa de esta temporada es que está narrada en formato de falso documental, con declaraciones a cámara de otros actores que también interpretan los tres roles protagonistas.
Todo muy alejado de la locura y exceso a la que nos tenían acostumbrados. Aquí nos muestra una historia de terror de casas encantadas que usa los elementos más clásicos del género. Una fórmula similar a la que ha hecho triunfar a las películas de Expediente Warren. Pueden sentirse decepcionados loos que esperaban momentos como Lady Gaga en una orgía de sangre o Jessica Lange sin piernas cantando por Bowie, pero este aire nuevo le ha venido muy bien a una saga que nos decepcionó tremendamente con Freak Show y Hotel. Aunque si echáis de menos el histrionismo made in Murphy siempre os quedarán...las Chanels.
Scream Queens volvió la semana pasada y, en este caso, nos ofrece exactamente todo lo que esperábamos de ella y lo que nos gustó de la primera temporada. De hecho, la trama empieza de forma idéntica: una muerte, una mujer embarazada y un asesino enmascarado. En este caso caracterizado como un viscoso monstruo del lago, un personaje que vimos en uno de los teasers de su hermana AHS:
Las Chanels vuelven a traernos purpurina, orejeras, humor petardo y referencias a la cultura pop. El cómo han pasado de un internado psiquiátrico a trabajar en un hospital es todo un sinsentido pero, ¿acaso no es todo un sinsentido en esta serie? Scream Queens también a reducido su plantilla de personajes respecto a la primera temporada, bien porque murieron en ella o porque eran totalmente prescindibles (ejem, Grace) Aunque ha añadido a dos doctores macizos interpretados por el ex Padres forzosos John Stamos y el ex Crepúsculo Taylor Launter. Jerry O´Connell, protagonista de varias comedias noventeras, también aparece por allí.
Que te guste esta serie sobre tres pijas con el mismo nombre que resuelven asesinatos sin ninguna lógica sólo depende de una cosa: tu tolerancia hacia el mamarrachismo más autoconsciente.