“En España se está atacando la libertad de expresión. El espacio para expresar la discrepancia se reduce con rapidez. Las autoridades vienen utilizando el artículo 578 (enaltecimiento del terrorismo) para reprimir las expresiones de índole política, sobre todo en redes sociales, y a la comunidad artística del país. El resultado es una autocensura cada vez mayor y, en general, un efecto inhibitorio en la libertad de expresión en España”. Así se explica Amnistía Internacional al denunciar “el estrechamiento” de la libertad de expresión en España y el uso que las autoridades están realizando del delito de enaltecimiento del terrorismo para limitar la crítica. Un contundente informe que lleva por título “Tuitea... si te atreves” y que concluye con las peticiones al Gobierno de derogar este delito, exigiendo la garantía de que no se va a detener, investigar, procesar ni encarcelar a ninguna persona en aplicación de este artículo.
“El Gobierno somete a hostigamiento toda una serie de expresiones en Internet, desde letras de canciones políticamente controvertidas hasta simples chistes, y utiliza las categorías generales de 'enaltecimiento del terrorismo' y humillación a las víctimas de los delitos terroristas' previstas en las leyes antiterroristas de imprecisa redacción”, denuncia el texto de Amnistía Internacional. Y enmarca la reducción de la libertad de expresión en un proceso más amplio de retroceso de las libertades en el Estado que coincide con la llegada del PP al poder, en 2011, y con el inicio del ciclo de protestas que protagonizó el 15M. Los resultados de la aplicación extensiva de dicho delito ha sido un aumento exponencial tanto del número de condenados como el de procesados desde que la organización terrorista ETA dejara las armas, en 2011. Cantantes como César Strawberry, líder de Def con Dos; raperos como el colectivo La Insurgencia; Hasel y Valtonyc; o periodistas como Boro han sido condenados a prisión por tuitear o cantar. Tuiteros como Cassandra Vera o Arkaitz Terrón se han visto envueltos en largos procesos judiciales sentándose en los mismos banquillos donde otrora se juzgaba a terroristas. “El objetivo no son las personas procesadas. Lo que buscan es que la gente se lo piense dos veces antes de expresar su opinión en internet, sobre todo las personas más críticas”.
La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) ha alertado del retroceso de la libertad de prensa en España, con especial incidencia en Cataluña, donde se ha desarrollado un clima de hostilidad hacia periodistas de medios nacionales y catalanes a consecuencia del conflicto independentista. Por desgracia, el aviso que hace la FAPE y que llega pocos días antes del 3 de mayo, día de la Libertad de Prensa, es compartido por otros colectivos de periodistas como la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) o la ONG Reporteros Sin Fronteras, que en su último ranking de la libertad de prensa en el mundo sitúa a España dos puestos más abajo, en el 31, que en la edición anterior.