Plaza de Aínsa vista desde el castillo
El pueblo que es pequeñito y se puede ver tranquilamente en medio día, está bañado por los ríos Cinca y Ara, que se unen dando lugar al embalse de Mediano.
Río Cinca y el embalse de Mediano. Aínsa.
Aínsa tiene dos partes bien diferenciadas, una comercial y más moderna en la parte baja, junto al cruce de carreteras, y un casco antiguo medieval declarado Monumento Histórico Artístico en la parte alta.
Nosotros teníamos el hotel en la zona nueva, cruzando el puente sobre el río Ara. Dejamos allí el coche y fuimos andando hasta la zona medieval. Hay un bonito paseo, eso sí la última parte es en subida, pero también se puede llegar hasta allí en coche y dejarlo en el amplio aparcamiento que hay justo detrás del castillo.
Entramos en la parte vieja por el Portal Bajo, y la cosa ya prometía.
Aínsa, Portal Bajo
Desde ahí salen dos calles paralelas con varias casas blasonadas, Calle Mayor o de Gonzalo I, y Calle de Santa Cruz, que se unen en su parte media en la Placeta del Salvador y luego siguen separadas hasta acabar en la preciosa y amplia Plaza Mayor.La Plaza Mayor, de los siglos XII-XIII, tiene soportales en dos de sus lados con arcos de medio punto, aunque también hay algunos ojivales. Conserva sus construcciones originales, y en ella está el Ayuntamiento. En los soportales hay dos prensas comunitarias para la obtención de vino. Es una plaza muy vistosa y con mucho ambiente, ya que tiene varias terrazas y restaurantes, y va a dar al Castillo.
Plaza Medieval de Aínsa
Junto a la Plaza está la Iglesia románica de Santa María, iniciada en el S. XI y acabada en la segunda mitad XII. Su torre con función religiosa y militar, tenía saeteras para su defensa, y hoy es un mirador desde donde se ven bonitas vistas y que se puede visitar pagando 1 € y teniendo mucho cuidado de no romperse la crisma al subir por sus escaleras.
Plaza Mayor. Aínsa
El Castillo es un conjunto amurallado con un enorme patio de armas franqueado por cuatro torreones, entre los que destaca la Torre del Homenaje del S. XI, que tiene planta pentagonal. La muralla es transitable, alcanza los 14 metros de altura y tiene gran cantidad de troneras para la artillería. En ella llama la atención los arcos de medio punto que sustentan el paseo de ronda, desde donde podemos ver una preciosa vista de la Plaza Mayor (véase la primera foto de este artículo) y de todos los alrededores. El recinto tiene dos accesos (uno hacia el este que da al aparcamiento y otro al oeste que da a la Plaza Mayor) y está declarado Bien de Interés Cultural.
En la Torre del Homenaje está el Ecomuseo, con áreas de recepción e información, de interpretación de la fauna pirenaica, un albergue de fauna y un área a de documentación. Se pueden ver aves rapaces incapacitadas para vivir en libertad a través de cristales con espejo para no molestarlas. La entrada cuesta 4 € por persona, para más información se puede consultar su web.
En la Plaza de San Salvador , por 2,4 € también se puede visitar el Museo de Oficios y Artes Tradicionales.
Recinto amurallado del Castillo de Aínsa con la Peña Montañesa (2.291 m.) al fondo
Desde el aparcamiento del Castillo sale un camino que pasa al lado de explotaciones agrícolas y ganaderas y que lleva en aproximadamente un km. hasta la Cruz Cubierta. Según cuenta la leyenda de la Cruz de Sobrarbe, en el año 724 en una batalla con los musulmanes, los cristianos, muy inferiores en número, ganaron gracias a la aparición de una cruz luminosa que se les apareció sobre una carrasca y que hizo que aumentaran sus ánimos. Hoy este hecho es conmemorado en la fiesta bianual de "La Morisma", y la carrasca y la cruz aparecen en los escudos de la Comarca de Sobrarbe y de la Comunidad Autónoma de Aragón.
La Cruz Cubierta es un templete de planta circular con columnas de piedra y rodeado de una verja de hierro que tiene en su interior una reproducción en piedra del árbol, con una cruz de hierro en lo alto. Fue construida en 1655.
Cruz Cubierta. Aínsa
Después de tomarnos una jarra de cerveza en una de las terrazas de la Plaza Mayor, nos fuimos a cenar. Elegimos la terraza de L´Alfil, un pequeño restaurante de piedra con una terraza con música y decorado con flores que le daba un toque muy romántico. Además la cena estuvo muy bien, solomillo de cerdo y ciervo estofado con un pan con tomate riquísimo, y de postre pastel ruso y flan. Lo dicho, buenísimo.Para dormir reservamos con Booking en el Hotel Mesón de L´Aínsa, al lado del río Ara. Estuvimos muy cómodos, por 45 € la noche tuvimos Wifi gratis, parking y una habitación con balcón que estaba bastante bien. Volveríamos sin dudarlo.
El pueblo es pequeño y se ve en unas horas, pero es una preciosidad, y además desde él se pueden hacer un montón de excursiones, así que apuntadlo en vuestra agenda.