Los jugadores de ajedrez arguyen que a la hora de jugar al poker, los conocimientos que le hacen ser maestros de ajedrez les ayudan enormemente a ser buenos jugadores de Texas Holdem. El fervor analítico que proviene del mundo del ajedrez puede ser aplicado con eficiencia en el juego del póker. Otros elementos comunes que ayudan a los jugadores de ajedrez a triunfar en el póker son, por ejemplo, la fortaleza mental que aporta el ajedrez, una fortaleza que ayuda a evitar los típicos obstáculos psicológicos como son el miedo y el aburrimiento.
Está claro que hay elementos comunes que hacen que ciertos jugadores de ajedrez tengan éxito en el mundo de los torneos de póker. Los jugadores que han hecho esta transición enumeran varios.
Por ejemplo, la confianza es clave para rendir al cien por cien, tanto en el póquer como en el ajedrez. En el ajedrez, es mejor tener un exceso de confianza en lugar de carecer de confianza. La falta de confianza en sí mismo puede causar que un jugador reaccione lentamente, lo que es desastroso en juegos de ajedrez con control de tiempo. Antes de un evento de ajedrez importante, algunos ajedrecistas suelen solucionar problemas de ajedrez que no requieran un gran esfuerzo, de esta manera consiguen mantener sus neuronas alerta pero sin someterlas al agotamiento que supone una partida de ajedrez. Del mismo modo, antes de la Serie Mundial de Póker u otro evento importante de estas características, los jugadores intentan no leer ningún artículo de poker, ni ver vídeos relacionados con el juego o hablar con otros jugadores que les puedan hacerse sentir inferiores. Estas formas de aprendizaje pueden ayudar a largo plazo, pero a corto plazo ,al jugador de poker no le merece la pena socavar la confianza en sí mismo con una información que no va a tener tiempo de absorber o aplicar correctamente.
Estudio de los oponentes. La mayoría de los jugadores profesionales de ajedrez, antes de una competición, analizan bases de datos con un gran número de partidas de ajedrez, para analizar las estrategias seguidas anteriormente por sus contrarios, aunque de otra manera, también es posible hacer esto con el poker mediante el análisis de vídeos. En el póker está claro que existe un elemento de suerte, aún así, los ajedrecistas que también practican este juego afirman, que si después de un largo día de poker no están tan agotados como después de una partida de ajedrez, eso quiere decir que no han gastado la energía mental que realmente requiere el póquer.
A los jugadores de ajedrez les gusta la ejecución de ideas concretas. Tanto en el ajedrez como en el póker, un estilo demasiado agresivo puede ser una tapadera que oculte una debilidad.
Estrategia versus táctica. En el ajedrez la táctica hace referencia a pequeñas combinaciones enfocadas a hacer perder material al oponente, mientras que la estrategia se refiere a los planes a largo plazo para obtener una ventaja cuando no hay una forma obvia de ganar. Algunos jugadores de póker afirman que su momento favorito durante los torneos de póquer es durante las pausas, cuando pueden centrarse en el pensamiento estratégico. Es algo parecido a lo que ocurre con el ajedrez, cuando el jugador se abstrae del puro cálculo de la jugada actual para analizar cómo se siente su oponente. El buen jugador de póker puede y debe analizar quien esta tenso, quien es cada vez más pasivo, y elaborar planes concretos para cada uno de los contrincantes que se sientan en su mesa.
El proceso de aprendizaje no tiene por qué no ser recíproco. Los jugadores de ajedrez también pueden aprender mucho de los jugadores de poker sobre el manejo de dinero y la psicología. Por ejemplo, los profesionales de poker saben que lo esencial para ganar en este juego no es ejecutar la jugada perfecta, sino encontrar la manera perfecta de desestabilizar a tu oponente.