Otra característica que presenta la capsaicina es que al aplicarla sobre la piel produce una sensación de adormecimiento. Esto ocurre gracias a una molécula que posee que se encarga de llegar al interior de las neuronas del dolor y desinervarlas; haciendo que la aplicación de la misma disminuya el dolor en personas que sufran artritis, cefaleas, mastectomías… o diversas situaciones que estén incluidas en el dolor crónico o agudo. Es, por lo tanto, un gran alivio para los achaques consecuentes de la avanzada edad.
El cerebro responde al picor aumentando el ritmo cardiaco, elevando los niveles de sudoración y liberando endorfinas (que hacen que se cree sensación generalizada de bienestar). Entre los componentes del ají, son resaltables la vitamina A, la vitamina B6, la vitamina C, el hierro, magnesio, potasio… siendo el ají rojo el que más concentración de muchos de estos componentes posee respecto al amarillo o respecto a la variedad verde.
Este fruto es libre de colesterol y grasas saturadas, luego las personas que quieran privarse de ciertos alimentos por estas razones pueden despreocuparse en este caso porque incluso acelera el metabolismo ayudando a disminuir de peso. Por otro lado, es muy recomendable en dietas bajas en sodio y/o altas en fibra.
Entre las acciones del ají sobre el organismo, encontramos:
• Acción antiséptica
• Regulación de la circulación de la sangre
• Fortalecimiento del sistema cardiaco, vascular y nervioso disminuyendo la presión arterial, la elasticidad de los vasos y el crecimiento celular
• Contribuyente a luchar contra dolores y abscesos.
• Puede contribuir a remediar el alcoholismo.
• Ayuda a combatir resfriados gracias al estímulo de la transpiración y la actuación como expectorante de fosas nasales y pulmones.
• Las sustancias que contienen limpian y descongestionan si se toma debidamente el ají; ya que de no ser esto así, podría dañarse el sistema digestivo con alteraciones en donde las úlceras suele ser lo más frecuente.
• Estimula la producción pancreática de insulina
• Algunos indicios apuntan a propiedades anti cancerígenas.
Por todas estas propiedades, pueden realizarse varios remedios caseros sencillos que otorguen mejorías basadas en las propiedades medicinales de este fruto:
• Para dolores de garganta, pueden aliviarse por unas horas mediante fabricación de un spray casero que contenga una cucharada de alcohol, otra de agua y otra de té de ají en polvo.
• El ají en polvo puede curar heridas de forma rápida si se aplica en estas, previamente limpiadas, eliminando las bacterias y agentes que las hayan podido invadir; al mismo tiempo que acelera el proceso de curación.
• También es un buen recurso para combatir infecciones de dientes y/o encías que padezcan de dolores o inflamaciones. Para ello se realizarán enjuagues bucales de agua mezclada con este fruto en polvo.
• La aplicación de este compuesto en el cuerpo hace que el organismo entre en calor y se quemen grasas.
• Cuando existan picaduras de escorpiones o serpientes se pueden aliviar con hojas maceradas.
• Las hemorroides también pueden ser sedadas a través de la aplicación de este compuesto.
A pesar de todos estos beneficios, debe de ser usado siempre con precaución, sin abusos, especialmente es el caso de embarazadas, lactantes, o personas que tengan una piel atópica y pretenda usarlo sobre la piel.