Un nuevo estudio desarrollado por expertos de la Universidad British de Columbia, determina que puede ser beneficioso introducir ajo para eliminar bacterias patógenas en la leche de fórmula, concretamente se habla de dos compuestos presentes en el ajo, el sulfuro de dialilo, compuesto que ayuda a combatir la campyobacter, una de las bacterias habituales en la enfermedades transmitidas por los alimentos, y el ajoeno, sustancia antitrombótica, antioxidante y con propiedades bactericidas.
La combinación de ambas sustancias es eficaz para reducir significativamente el riesgo de contaminación en preparados para lactantes por Cronobacter sakazakii, bacteria patógena que se asocia a diferentes enfermedades que pueden sufrir los bebés, meningitis, bacteriemia, enterocolitis necrosante, etc. Según los expertos, este descubrimiento mejoraría la seguridad de las leches de fórmula reduciendo el riesgo de contraer posibles enfermedades en aquellos lactantes que por razones médicas, sus madres no pueden amamantar. Utilizar compuestos del ajo para mejorar la seguridad de la leche de fórmula no alteraría el sabor del preparado ya que la cantidad añadida es muy pequeña, sin embargo, sería eficaz para acabar con los patógenos.
Los investigadores explican que el Cronobacter sakazakii es un patógeno de transmisión alimentaria que en ocasiones se ha detectado en la leche de fórmula infantil y en otros alimentos fortificados para bebés. Aunque es una infección poco frecuente, es fatal para los pequeños ya que puede derivar en las enfermedades antes indicadas y causar la muerte. Las sustancias derivadas del ajo podrían mejorar la seguridad de los alimentos para bebés desde el procesamiento de los productos, hasta su embalaje y entrega.
En lo que respecta a procesamiento o fabricación, los expertos explican que generalmente se higienizan los accesorios y maquinaria con productos como el cloro, pero los compuestos de ajo son igual o más efectivos en la limpieza y protección contra los patógenos, y además es una alternativa más natural que el uso de cloro. Aunque se explica que su sabor no sería apreciado, sería interesante contar con pruebas científicas que lo respaldaran, de ser detectado, quizá los bebés se negarían a tomar el biberón.
Como decíamos, se trata de una investigación que se encuentra en un primer estadio y cuya finalidad es reducir la posible contaminación por patógenos en los productos de alimentación destinados a los bebés, todavía se debe trabajar más en el tema, por lo que se deberá esperar a que los investigadores proporcionen las conclusiones finales. Podéis conocer más detalles del trabajo publicado en la Universidad British de Columbia a través de este artículo publicado en la revista científica Applied and Environmental Microbiology (AEM).
Foto | Titlap
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Ajo para eliminar bacterias patógenas en la leche de fórmula infantil