Caldo de cultivo oportunista, pueden pensar algunos malintencionados, nada más lejos de la realidad, porque el autor madrileño, y no es la primera vez que lo demuestra, maneja como nadie la dualidad de las tramas, y si al principio alterna los capítulos de la vida de Urbano con los de la redacción del encargo de marras, pronto los imbrica con la suavidad necesaria para que el lector sea uno más, y comparta las inquietudes y los cargos de conciencia de quien tiene la sensación de estar vendiendo su oficio literario por un plato de lentejas rancias.
La investigación de Urbano disecciona la España del pelotazo, las alegres fusiones bancarias y la desmedida burbuja inmobiliaria, y Benjamín Prado aprovecha cada línea para transmitir atinados mensajes que deberían hacer reflexionar a más de uno, porque no estamos ante la crisis del capitalismo, sino todo lo contrario. Como bien señala, gentes como Martín Duque nos metieron de cabeza en el doble sistema, capitalista cuando había beneficios (para ellos), y socialista cuando hay pérdidas (para nosotros). La vida de Juan Urbano ya no será la misma tras escribir su novela, y tendrá que aprender a lidiar con lo real y lo difundido por las envidias, con lo que puede contarse y debe ser silenciado. O tal vez no.
Ajuste de cuentas. Benjamín Prado.Alfaguara. Madrid 2013. 278 páginas. 18’50 euros.(LA VERDAD, "ABABOL", 18/1/2014)