Akelarre

Publicado el 24 agosto 2010 por Lebonneloup

Título original: Akelarre

Director: Pedro Olea

Año: 1984

País: España

Guión: Pedro Olea y Gonzalo Goikoetxea

Música: Carmelo Bernaola

Fotografía: José Luis Alcaine

Duración: 92′

Intérpretes: Silvia Munt, Patxi Bisquert, José Luis López Vázquez, Mari Carrillo, Walter Vidarte, Iñaki Miramón, Javier Loyola, Félix Rotaeta.

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La película de hoy tiene muchos puntos de interés.

En primer lugar la propia historia en sí. Akelarre narra como determinados intereses privados del señor de unas ciertas tierras de la Navarra profunda del XVII, confluyen con la superchería de las gentes ignorantes para montar una farsa que acaba con la Santa Inquisición, esa organización criminal y terrorista con patente de corso internacional, campando a sus anchas en la pequeña aldea, es decir, interrogando, amedrentando, amenazando, torturando y condenando a todo aquel no se plegase a sus designios, todo en nombre de Dios, por supuesto.

Una caravana infame

Rememorar aquellos tiempos es por si solo un terrible ejercicio que nos obliga a dar gracias por vivir la época que vivimos, y eso que tan a menudo la solemos maldecir. De modo que, teniendo en cuenta los medios del cine español de la época, hay que celebrar los logros de ambientación del film para trasladarnos varios siglos atrás. Cierto es que contaron con unos escenarios naturales inmejorables, ya que la película se rodó en la famosa cueva de las brujas de Zugarramurdi y aledaños, pequeño enclave del norte navarro, a pocos kilómetros de la frontera francesa, donde tuvieron lugar acontecimientos similares a los narrados. Por tanto hasta aquí ya sabemos lo que vamos a encontrar, el choque brutal de dos puntas de lanza (los privilegios señoriales y la Iglesia católica) de un sistema dominante y opresor (feudalismo), de pensamiento único, intolerante con la disidencia, maniqueo y manipulador, avasallador, arcaizante, supersticioso y promotor de la ignorancia y la delación, contra un pequeño grupo de gentes que tratan de mantener sus costumbres lejos de la imposición oficial.

Pero además de contarnos esta historia la película tuvo en su momento otra lectura muy distinta, y es que hay quien quiso ver metáforas distintas respecto a una interpretación de la historia de Navarra y el País Vasco. Y es que en 1984 el cine vasco vivía buenos tiempos, con una buena cantidad de producciones apoyadas por el aún joven gobierno autonómico. Muchas de
Torturando a Silvia Munt

ellas recibieron el sambenito de estar devolviendo ese favor al tratar la historia a la conveniencia del PNV, cuando no, directamente, de sectores más radicales cuyas siglas todos identificamos. Y con Akelarre pasó algo parecido cuando alguien comenzó a hilar fino identificando enemigos interiores (el señor), castellanos que vienen con la biblia y la porra (los inquisidores y los soldados), un pueblo perseguido por sus ritos y hechos culturales diferentes (es simbólico el aparecer del famoso trébol que adorna hoy día muchas casas vascas y navarras, justo cuando los llamados brujos entierran clandestinamente a uno de los suyos y se preparan para resistir), y un grupo de jóvenes que se tira al monte para emboscar a los extranjeros que se llevan lejos a los apresados.

Y me parece que con esto ya hay polémica de sobra, de modo que adelante, como siempre, os animo a ver la película y a sacar vuestras propias conclusiones.
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