Akelarre (Pablo Agüero, 2020) cuenta el intento por mantenerse con vida de seis amigas que son detenidas por la Santa Inquisición como resultado de haber ido a bailar al bosque y por tanto ser, obviamente, brujas.
Vaya joya era el catolicismo, de verdad.
He visto gente muy descontenta al salir del cine, pero a mí me parece que Akelarre consigue utilizar la relación entre Ana, líder a la fuerza de su grupo de amigas (Amaia Aberasturi; vino a la rueda de prensa y no veáis qué chica más maja), y el jefe de la cuadrilla inquisidora (Alex Brendemühl) de manera efectiva, además de tener un guión y unas interpretaciones que consiguen generar un montón de tensión. También tiene una estética muy trabajada (hay una escena final que parece un videoclip y está muy bien traída) y es muy entretenida.
Aviso, hay una escena de torturas que creo que es bastante explícita. Digo creo porque en cuanto empezó yo dejé de mirar porque soy una floja, pero el audio dejaba poco lugar a dudas. Lo de tener a señores de cincuenta años sexualizando a muchachas de apenas veinte también es un poco turbio de ver, pero es necesario y en ningún momento se vuelve excesivamente sórdido, así que confío en que ese aspecto no suponga un problema ni para los espectadores más sensibles. Pero yo aviso por si acaso.
En resumen, yo sí la recomiendo. Igual os da un poco de pereza porque está parcialmente rodada en euskera, pero si podéis usar subtítulos para ver Friends en inglés también podéis usar subtítulos para entender cantar a brujas vascas.