En una extensa entrevista concedida al medio australiano The Rockpit, el guitarrista y vocalista sueco Mikael Akerfeldt, alma mater de los metálicos progresivos Opeth, habla claro sobre sus dos últimas producciones, digamos, más progresivas de todo su catálogo y su evolución como banda y su, a veces, inquieta relación con sus seguidores. En ella se refleja que la última etapa de la banda, con una última producción excelente titulada Pale Communion parece que, finalmente, ha comenzado a tener la respuesta que el grupo deseaba en un principio: “Sí. Entiendo y aprecio sobremanera que Heritage conmocionara un poco a los seguidores que estaban más acostumbrados a un tipo de sonido heavy y death metal y quizá fue mucho esperar que no lo tomaran como una mierda de disco. Me encanta ese disco, particularmente, y me apasiona porque, para mí fue natural, pero he visto que tras la llegada de Pale Communion la gente se acerca y me dice: ‘no me gustó Heritage cuando salió, pero cuando habéis sacado Pale Communion he entendido finalmente Heritage y me empieza a gustar.’ Así que espero que esta apreciación del álbum vaya aumentando poco a poco. La gente ha sido mucho másgenerosa con nosotros tras publicar Pale Communion, pero todavía… Como no tengo medios sociales no puedo responder a mis seguidores en ese sentido, así que realmente no sufro ninguna confrontación con lo que sea que estemos haciendo. La respuesta general a esta pregunta sería que la gene debería acostumbrarse, y quizá entender, un poco lo que intentamos hacer. Y para mí, todo esto es bueno, por supuesto. Nunca ha supuesto un problema. Para mí, no ha sido un gran paso. Para todos los del grupo nunca supuso una evolución excesivamente exigiente hacer Heritage, pero también acepto que debió ser como tomar una curva muy pronunciada para todos aquellos que no pertenecen a la banda aunque en la actualidad parece que las aguas se están empezando a calmar un poco.”El entrevistador, en un momento de la conversación, se muestra desconcertado por la negativa actitud de los seguidores de Opeth, una banda siempre apostando por nuevas propuestas y afrontando distintas direcciones musicales durante su carrera: “Sí, yo también. Esto es esencial para esta banda. Quiero decir que es verdaderamente importante para nosotros que si vamos a sacar un disco lo apoyemos con toda nuestra confianza. Y en Heritage, aunque es un disco con un sonido distinto, intentamos, o intenté componer temas que fueran más lineales con el sonido con el que la gente está acostumbrada cuando vienen a escuchar a Opeth. Pero no lo sentí, no estaba en mi corazón. Las canciones no estaban mal ni nada de eso, pero no eran correctas y lo que les faltaba era la convicción de los otros músicos cuando yo se las mostré. Era algo como, ‘no estoy seguro de eso’, así que necesitábamos cambiar un poco y lo que sucedió fue que encontramos nuestro camino componiendo canciones como yo debería componerlas, lo cual queire decir que no haya fronteras, que no pensemos en ningún éxito comercial y que no pensemos tampoco en ningún momento que deberíamos hacer las cosas como los seguidores, básicamente, querrían que las hiciésemos. Así que sacamos Heritage y Pale Communion, y cada uno de los discos de nuestra discografía, compuestos bajo esas mismas premisas de escribir la música que deseamos escuchar.”Todo un ejercicio de honestidad que puede o no gustar al oyente, pero la honradez se antepone a todo: “Creo que habría sido malo para nosotros hacer otro álbum que siguiera el estilo de Watershed o Ghost Reveries. Habría sido algo imposible por mi parte, pero creo que habría sido muy malo para nuestra carrera y para nosotros como músicos sacar un disco en el que no creyéramos, aun cuando sonara como los Opeth a los que está acostumbrada la gente. Así que el cambio se convirtió en algo relevante para todos nosotros. Espero que la gente aprenda a apreciar lo que estamos haciendo ahora y quizás será en ese preciso momento cuando cambiemos de nuevo hacia algo mucho más delirante.”