Revista Salud y Bienestar

Al anestesiólogo le exigen los más grandes resultados y le ofrecen los más exiguos honorarios. "No estás en condiciones de exigir lo que no ofreces" dice el refrán.

Por Lemdelca

Al anestesiólogo le exigen los más grandes resultados y le ofrecen los más exiguos honorarios.


Los salarios deben estimarse por su valor real, o sea por la cantidad de trabajo y de capital empleada para producirlos, y no por su valor nominal en abrigos, sombreros, dinero o maíz... David Ricardo: Escritor, economista, empresario y político inglés, miembro de la corriente de pensamiento clásico económico y autor de "Principios de economía política y tributación" (1817).
A cada momento los medios de prensa nos presentan casos de negligencia médica en los que el anestesiólogo es el malo de la película. Pacientes fallecidos o severamente dañados o que quedan en "estado vegetal", tras una cirugía u otro procedimiento médico, son resultado de "administración excesiva" de anestesia y la comisión de diversos errores de parte del especialista involucrado.

Complicada, muy delicada, la tarea del anestesiólogo, ¿no es cierto? Por tanto podríamos asumir que, en base a lo complicado y delicado de su tarea, en la que está en juego la salud y la vida del paciente, así como el éxito de su operación, debería recibir unos jugosos honorarios, muy de acuerdo a la complejidad de su trabajo y a su alta responsabilidad.

Con los anestesiólogos en el Perú sucede que siempre cobrarán una fracción de lo que cobra otro especialista (el cirujano), no importa si el paciente es cardíaco severo y/o difícil de intubar, si es un octogenario o un recién nacido, si tiene que ejecutar técnicas como monitoreo invasivo de presión arterial o presión venosa central y, además, sin intervenir el factor "calidad" del trabajo, o sea, el enfermo en excelentes condiciones post quirúrgicas y con mínimos efectos secundarios. En fin, haga lo que haga, el anestesiólogo siempre cobrará una fracción de lo que hace el cirujano.

Pero ocurre que la gente exige al anestesiólogo los mejores resultados ofreciendo los peores emolumentos, además de amenazarlo con enviarlo a la cárcel y sacarle una suculenta suma de dinero como indemnización si las cosas no van bien con la anestesia. Entonces, es válido asumir que, si el pensamiento "trabajo de alta calidad demanda altos honorarios" es verdadero, el opuesto, "bajos honorarios resultan en trabajo de baja calidad", también lo será.

Los abogados nos dan la razón al afirmar lo mostrado en el siguiente cuadro.

Al anestesiólogo le exigen los más grandes resultados y le ofrecen los más exiguos honorarios.


Y los arquitectos también. Leamos a continuación

Al anestesiólogo le exigen los más grandes resultados y le ofrecen los más exiguos honorarios.


Como conclusión, me atrevería a decir, estimado visitante, que, en tanto no se establezcan los honorarios del anestesiólogo en la práctica privada de acuerdo a sus habilidades, experiencia, estudios, complejidad del trabajo a realizar y calidad de los resultados, existirá una alta posibilidad de complicaciones con la anestesia por la presencia de especialistas poco competentes o escasamente motivados. En el Perú una pizza es más cara que una anestesia para una cirugía de artroscopía de rodilla por lesión de meniscos, sin importar que el paciente tenga 85 años, haya sido operado del corazón, sea diabético y reciba medicación anticoagulante. Si no puede creerlo, sólo mire la siguiente figura.

Finalmente, una simple pregunta: si la asesoría de un abogado módico resulta en un juicio perdido, si el contrato de un arquitecto módico resulta en una casa que se derrumba, ¿cuál es la lógica consecuencia de ser atendido por un anestesiólogo módico?

Al anestesiólogo le exigen los más grandes resultados y le ofrecen los más exiguos honorarios.



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