El tiempo del perdón no es el tiempo de la persecución ni el de la cueva mitológica. Julia Kristeva
(Sucede que comencé a hacer la habitual reseña de mi lectura y después del primer párrafo, no sé por qué, me dio por abrir el blog http://lectorcomplice.blogspot.com/Así que la torta: se me quitaron las ganas seguir. Me conseguí con estas líneas de Lesbia Quintero, justas y precisas, para referirse Al azar del viento. No inventaré nada, no volveré a mis notas para echarles el cuento y entusiasmarlos con este libro. Les ya lo hizo y muy bien. Sólo le añadiría el fantástico ambiente musical que recorre la novela, como un soundtrack del pasado, que por exquisito, añade una magia casi cinematográfica a cada uno de los episodios que envolvió la vida de Helena y Roberto. C'est fini).
Al azar del viento constituye una historia tan hermosa como turbulenta, que empuja a sus protagonistas hacia un destino incierto, hacia el exilio signado por las vicisitudes de la persecución política que se desencadena contra Roberto Yánez, un ser oscuro, jefe de la Policía Política, y por la reprobación de la sociedad caraqueña que persigue a Helena hasta convertir sus sueños en pesadillas.
Ana María Velázquez hilvana el itinerario azaroso que la pareja se ve obligada a transitar, siempre con temor a ser encontrados y separados, quizá para siempre. Las voces de los personajes confluyen para hablar de sus miedos, de la nostalgia y la soledad, del amor, y de un profundo erotismo que se mantiene vivo en la pareja, a pesar del tiempo y las distancias que, muchas veces, se ven forzados a resistir.
Al azar del viento, mediante una trama fascinante, introduce al lector en la Venezuela que vivió el régimen perezjimenista, específicamente en Caracas, una ciudad entregada a una transformación urbanística, donde la alta clase social obviaba la vileza del gobierno, para mantener una buena relación y asegurarse las mejores concesiones, como afirma el narrador:
“Los cocktails parties de las petroleras, de las embajadas, las cenas en las casas de los nuevos jerarcas del país, de los militares, sus bailes, las fiestas de matrimonios de sus hijas en el Círculo Militar con algún miembro de la, cada vez más decadente oligarquía criolla, ansiosa de obtener los dólares que entraban por montones… Había escuchado que algunos hombres de la alta sociedad hacían esa clase de deferencias a los jerarcas de la Junta Militar de Gobierno ofreciéndoles a sus propias esposas, a sus hijas, a cambio de favores.”
En estas líneas queda explícita la denuncia al enorme tejido que conforma la hipocresía, a los intereses personales que subordinan cualquier principio en aras del poder. La trama de Al azar del viento nos muestra las pasiones entretejidas con el deseo de poder, sus aristas, la contradicción de los seres humanos, sus debilidades, y las ambiciones que lo arrastran, como una brizna, en los reflujos caprichosos de torbellinos inciertos.