Al Barça no le basta con el mejor Ricky para vencer en Atenas (76-74) y deberá ganar el cuarto partido

Publicado el 29 marzo 2011 por Toni_delgado @ToniDelgadoG

Diamantidis lucha por un rebote con Ricky y Vázquez -EFE.


Hacía semanas, meses para ser más precisos, que Ricky Rubio (El Masnou, 1990) generaba más dudas que confianza, sobre todo por su falta de puntería. Cuestionado sobre el asunto por TUBASKET, el propio jugador decía antes de la Copa del Rey: “No pasa nada. En el fondo son etapas y todo va a pasar”. Y su entrenador, Xavi Pascual, aseguraba en otro medio que Ricky no paraba de meter triples en los entrenamientos, que era cuestión de tiempo que eso se tradujera en la pista. Y ese momento llegó en el OAKA de Atenas, donde el base metió cuatro de los cinco triples que intentó. Ricky anotó sólo dos menos de los que acumulaba durante la Euroliga (6/41, 14’6%) para alcanzar los 16 puntos, insuficientes para que el Barça venciese el primero de sus dos partidos  de la serie en la pista del Panathinaikos, que con su triunfo por 76-74 obliga a los azulgrana a ganar el encuentro del jueves para forzar el quinto encuentro en el Palau y optar a la Final Four del Sant Jordi.
Un par de errores de cálculo finales acabaron por castigar a un Barça muy acertado desde la línea de tres (11/25) y, como durante toda la serie de cuartos, desconcertado con los tiros libres (11/18). Las pifias referidas correspondieron a Vázquez, al que se le salió una canasta de dentro cuando había lanzado solo bien habilitado por Ricky y la de Anderson, que en vez de buscar un pick and pop para el propio 9 azulgrana decidió penetrar y no falló cuatro segundos exactos del final. Una temeridad más que un acierto, pues el equipo cedía por tres puntos y Ricky se vio obligado a despedirse cometiendo la quinta personal sobre Diamantidis (18 puntos), el hilo conductor de momento de una eliminatoria en la que a Navarro (9 puntos, 3/5) apenas le dan tregua sus defensores, especialmente Calathes, y al que los árbitros no le respetan. Por segundo partido consecutivo a La Bomba, reservado ante el Assignia Manresa, le pitaron una técnica por exagerar un contacto (real) de Nicholas. Diamantidis metió los dos tiros libres y Nicolas también erró parando con falta a Lakovic, que metió el primero y erró el segundo a propósito. Después de varias carambolas el balón le cayó al esloveno, que desequilibrado armó un tiro muy corto, una escena significativa de la falta de ideas del Barça en muchos momentos del partido.
Tapón de Lorbek 
Los azulgrana acabaron mal un partido que empezaron peor. Impresionados por la fanfarria de la grada, por ese ambiente de fuego simbólico que caracteriza a los pabellones griegos, los visitantes cedieron muy rápido un parcial de 11-4, culminado con un mate de Batiste tras una asistencia de videoteca de Diamantidis, imparable, como en el encuentro precedente, a partir del descanso (7 asistencias, 12 faltas recibidas). Lorbek le colocó un gorro al base griego y el Barça reaccionó, de nuevo, con un Ricky suelto y seguro de sí por fin y con un Barça veloz y alegre, jugando como más le conviene y sorprendiendo a la ordenada defensa griega, tanto como para acercase a un único punto. Para empatar a 11 le sobró que Ndong fallase uno de sus dos tiros libres, un lastre en esta serie.
La sensación era que los azulgrana eran tan capaces de igualar el tanteo sin excesivos problemas como el Panathinaikos de escaparse con la misma facilidad. Fotsis, ex jugador del Madrid y duda por gripe y Calathes volvieron a distanciar al conjunto de Obradovic, paralizado puntualmente por la defensa zonal 2-3 planteada por Pascual, poco dado a ese tipo de soluciones tácticas. Con los puntos de sus pívots en pista, Ndong y Morris, el Barça logró sus dos primeras ventajas del partido (16-17 y 16-19). Pero poco tardó el Panathinaikos en dar con la tecla para solventar el entuerto: le iluminó Nicholas y le ayudó involuntariamente Perovic cargándose con dos personales seguidas. Fotsis seguía desatado y Navarro surgió de una vez asistiendo a Grimau, poco antes de lanzar y anotar, a los 17m 18s, su único tiro de la primera parte, cerrada con 33-29. 
Dos triples de Morris
El Barça sobresalió en el inicio del tercer y del último cuarto desde más allá de 6’75, metiendo hasta ocho triples sin fallo. Por orden cronológico, tras el descanso, Ricky reapareció con dos triples seguidos y Anderson contribuyó con otro para poner el 37-28, incluso Navarro se despegó de sus marcadores y, ya en el ecuador del cuarto, Ricky metería otro tiro de tres. Diamantidis y Nicholas contuvieron el entusiasmo de los azulgrana, poco combativos en ciertas jugadas, como si dieran por perdida la acción y reservasen fuerzas para las siguientes. A Navarro le pitaron una técnica, Batiste persistió bajo el aro y a Sato sólo le faltó saludar al público antes de lanzar un triple solo para igualar la máxima renta local (55-46 a los 29m 15s). 
Necesitaban los azulgrana puntos rápidos y los encontraron de nuevo con cuatro triples: dos de Morris, otro de Lakovic y el último de Ricky, que empató a 61 antes de que Ingles robase una pelota valiosa y pusiese por delante a su equipo por última vez (61-63 a 6m 17s). El poco tino con los tiros libres, el déficit de rebotes (38 por 30) y la falta de sangre fría en el tramo final pesaron más que el mejor Ricky. Al Barça no le bastó con la gran actuación de su base y deberá ganar el partido del jueves para forzar el quinto en el Palau. Para soñar con la Final Four del Sant Jordi.  
PANATHINAIKOS 76 (16+17+22+21): Diamantidis (18), Calathes (6), Sato (6), Tsartsaris (6), Vougioukas (2) –quinteto inicial–, Batiste (12), Fotsis (10), Nicholas (13), Maric (-), Perperoglou (3), Kaimakouglou y Tepic. BARÇA 74 (13+16+20+25): Ricky Rubio (16), Navarro (9), Anderson (12), Lorbek (1) y Fran Vázquez (6) –quinteto inicial–, Ingles (2), Sada, Ndong (3), Lakovic (13), Morris (10), Grimau (2) y Perovic. Árbitros: Grzegorz Ziemblicki (POL), Sasa Pukl (SLO) y Fernando Rocha (POR). Eliminados: Sada (m.32) y Ricky Rubio (m.40).